A su vez, el presidente francés, François Hollande, manifestó que Bashar Assad "debe irse". Esto, en el marco de la reunión del grupo llamado "Amigos de Siria" que se realizó en París.
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"Les diré francamente, no pienso que Rusia y China crean que están pagando ningún precio, nada de nada, por apoyar el régimen de Assad (...) La única forma en que cambiarán es si cada país representado aquí directa y urgentemente deja claro que Rusia y China pagarán un precio porque están deteniendo el progreso, bloqueándolo. Eso ya no es más tolerable", agregó.
Mientras ella hablaba, Manaf Tlas, un comandante de brigada en la Guardia Republicana que asistió al colegio militar con Assad y huyó esta semana a Turquía, estaba camino a París, donde su padre, ex ministro de Defensa del gobierno, está residiendo, dijo a la agencia Reuters un amigo cercano de la familia.
No había señales inmediatas de que Tlas se uniera a los rebeldes y una fuente de la oposición dijo que no tenía planes de asistir a la reunión del viernes. Pero su deserción es la señal más clara hasta el momento de que algunas personas de su círculo íntimo piensan que sus días en el poder están contados, luego de que un levantamiento que empezó en marzo del 2011 con una protesta pacífica se transformara en una guerra civil con fuertes tintes sectarios.
A su vez, el presidente francés, François Hollande, instó a mayores sanciones contra Assad y más apoyo para los rebeldes en la reunión de países árabes y occidentales que apoyan el levantamiento. "Bashar Assad debe irse", dijo Hollande en la reunión del grupo. "Por el bien de Siria, de sus vecinos y de todos los que quieren la paz en la región", agregó.
Completando el trío de países occidentales con poder de veto en el Consejo, el secretario de Asuntos Exteriores británico, William Hague, dijo en la conferencia que los países que fracasaron en imponer sanciones estuvieron permitiendo que las fuerzas de Assad siguieran matando.
En la cita en que participaron un grupo de países árabes y occidentales, se instó a una acción más fuerte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y pidieron sanciones "más amplias y duras". Además, los Ministros de Relaciones Exteriores y diplomáticos acordaron "incrementar masivamente" la ayuda a los rebeldes sirios y proveerlos de equipos de comunicaciones.
Aunque las armas de los rebeldes no pueden competir con el Ejército bien equipado de Siria, su esperanza reside en erogar la lealtad y convicción del "establishment" de Assad hasta el punto en que pierda su poder.
El Ejército sirio ingresó en la ciudad rebelde norteña de Khan Sheikhoun ayer, dijeron activistas, agregando 11 víctimas a una cifra de muertos que disidentes y líderes occidentales ubican en más de 15.000.
RELEVAMIENTO y EDICIÓN: Rafael Pansa
FUENTE: La Tercera