Brasil liberó el ingreso de autos, papas y otros productos argentinos. El gobierno de Dilma Rousseff tomó esa decisión luego de que la Secretaría de Comercio Exterior aceptara flexibilizar la importación de maquinaria agrícola, autopartes y carne de cerdo. Hoy reabrirá la fábrica McCain.
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Los gobiernos de Argentina y Brasil acordaron que el país vecino libere el ingreso de autos, papas prefritas congeladas y productos de economías regionales a cambio de la flexibilización local en maquinaria agrícola, autopartes y carne de cerdo. A partir de ello, la empresa de alimentos McCain retomará hoy la actividad en su planta en Balcarce. La negociación bilateral estuvo a cargo de la Secretaría de Comercio Exterior, que encabeza Beatriz Paglieri, monitoreada por su par de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y tuvo lugar en la última cumbre del Mercosur realizada en Mendoza. Los roces en la relación comercial crecieron a partir de las restricciones a las importaciones que instrumenta Argentina y las que utiliza Brasil frente a la crisis global.
El gobierno de Dilma Rousseff frenó el ingreso de papas fritas el pasado 8 de mayo. Esa situación perjudicó a McCain, que destina el 70 por ciento de la producción al mercado brasileño, de modo que se acumuló una producción equivalente a 800 camiones a la espera de recibir la aprobación, explicaron fuentes de la empresa. Otra firma del sector, la holandesa Farm Frites, manifestó tener problemas similares. También economías regionales se perjudicaron por las restricciones brasileñas, junto a la industria automotriz. El sistema de comercio exterior del país vecino permite que cualquier producto con licencia automática pueda pasar a tener una de carácter no automática en forma inmediata, sin la necesidad de desplegar un trámite burocrático.
En la última cumbre del Mercosur las delegaciones de Argentina y Brasil, encabezada por el secretario ejecutivo del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Alessandro Teixeira, y la secretaria de Comercio Exterior, Tatiana Prazeres, se sentaron a negociar. “Tenemos que tener un resultado positivo en julio. La responsable es la situación económica internacional, que afecta a la Argentina y nos está afectando a nosotros también”, dijo Teixeira a la prensa brasileña el domingo pasado.
Según la prensa de ese país, Argentina liberó 229 licencias no automáticas de tractores, cosechadoras y plataformas de corte, en el sector de maquinaria agrícola. Este diario comprobó, a través de empresarios locales, que en los últimos días se aceleró la aprobación de operaciones de importación. El sector tiene buena sintonía con Moreno y las autoridades de la cartera industrial, ya que las empresas más importantes, John Deere, Case New Holland y Agco, han realizado inversiones para sustituir importaciones, aprovechando la protección comercial. De hecho, ayer se entregó un crédito subsidiado para Agco (ver aparte). Desde la Cámara de Importadores (CIRA) indicaron a este diario que también se liberaron licencias en ciertas autopartes y carne porcina.
Del lado brasileño, el lunes pasado se autorizó a McCain el ingreso de diez camiones, y el martes a la tarde otros catorce. Finalmente, Paglieri confirmó a la firma que las ventas fueron destrabadas. De esa forma, los 300 empleados, que estaban suspendidos desde el 22 de junio, retoman hoy sus actividades. También obtuvieron una flexibilización en el comercio productos de economías regionales, como las aceitunas. Por el lado automotor, según explicaron a Página/12 desde Adefa, la semana pasada Brasil liberó las 14 mil licencias demoradas.
RELEVAMIENTO Y EDICION: Florencia Fantin
FUENTE: Página 12