Entrevista a Eduardo Fabre, presidente del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa
_______________________________________
En estos momentos trabajan aquí unas 650 personas, no hay cifras exactas porque tenemos una cantidad de jóvenes profesionales-becarios que son asignados a determinados proyectos y luego algunos se van, pero esa es la cifra que manejamos en la actualidad.
En cuanto a las áreas, en estos momentos estamos trabajando en casi cien proyectos que son de distintas demandas; por un lado algunos proyectos que encarga el propio Ministerio de Defensa, otros que nos encarga la Fuerza Aérea, otros el Ejército, otros la Armada, también la industria –como la Fábrica Argentina de Aviones, o los astilleros que operan en el CINAR (Complejo Naval Industrial Argentino. NdeA) y también estamos trabajando en varios proyectos requeridos por el ámbito privado, que se presentan con sus respectivos presupuestos aprobados.
Actualmente tenemos algunos proyectos importantes, por ejemplo la recuperación y modernización del radar del Buque Rompehielos ‘Irizar’, solicitado por la Armada y el CINAR.
Brasil donó un componente para dicho radar…
Así es, nos donó un componente electrónico necesario, porque como es un radar antiguo, la fábrica ha discontinuado su producción y necesitamos algunos repuestos; Brasil lo tenía y con mucha solidaridad nos lo ofreció y se lo agradecemos mucho.
Otros componentes los buscamos por otro lado, o lo fabricamos mientras podamos hacerlo. También tenemos el área de desarrollo de Vectores, que en nuestro país durante veinticinco años prácticamente estuvo paralizado y que lo reiniciamos a partir del año 2009 y ya hemos construido y probado dos cohetes; el primero llamado “Gradicom I”, que alcanzó los cuarenta kilómetros de altura, y el segundo, llamado “Gradicom II”, que alcanzó los cien kilómetros de altura y ciento veinte kilómetros de distancia.
En estos momentos estamos desarrollando un nuevo cohete que será más potente que los otros dos, cuya denominación será ‘Gradicom III’, y que se presentará con mayor tecnología, como por ejemplo recuperación de carga útil, guiado y control mucho más desarrollado. Para poder desarrollar un cohete hace falta la integración de muchas disciplinas: química, electrónica, telemetría, aeronáutica, estructural, metalúrgica, metalmecánica; es decir, participan muchos especialistas.
¿Para qué fecha se estima la prueba del cohete ‘Gradicom III’?
Está previsto hacerse en la segunda mitad de este año.
¿Efectivamente será así?
Bueno, si los recursos financieros nos alcanzan sí, porque también tenemos restricciones financieras.
La elaboración y construcción de este cohete, ¿continúa siendo ciento por ciento nacional?
Sí, en este sentido, también nos estamos preparando para integrarnos en el proyecto de la Agencia Espacial de la UNASUR, presentado por nuestro ministro de Defensa durante una reunión de ministros de Defensa de la UNASUR en noviembre pasado y tras ser aceptada, ahora se está vinculando funcionalmente la Agencia y la idea es empezar a trabajar en forma conjunta; obviamente que nuestro país y Brasil, son quienes ostentan mayor desarrollo relativo en este campo, a nivel regional.
Por lo tanto, el ‘Gradicom III’ también tendría un uso para el ámbito civil...
Este proyecto está concebido para su uso dual, porque también repotenciamos misiles que a medida que se van venciendo, quedan dos caminos: o destruirlos y comprar nuevos o repotenciarlos y recuperarlos. Por lo demás, y desde luego, no tenemos ninguna hipótesis de agredir a nadie, sino para tener equipamiento al servicio de nuestra defensa potencial, nada más.
Por fuera de esto, también tenemos otra área de pirotecnia, con la que brindamos distintos servicios y equipamientos a los aviones, tanto de la Fuerza Aérea como a los de la Armada, que son los que permiten distintos tipos de eyección y de movimiento que tienen los aviones y que funcionan con determinados tipos de cartuchos pirotécnicos que tienen que ser muy precisos y muy seguros.
Por otro lado tenemos un área ‘Láser’, donde hemos trabajado en cooperación con la Agencia Aeroespacial japonesa y con la Universidad Magallanes de Chile, donde se instaló un observatorio en nuestra ciudad patagónica de Río Gallegos, para medir y hacer el seguimiento del comportamiento del Agujero de Ozono, con un equipo que denominados LIDAR, ese equipo que se creó para ver el tema del Ozono, aplicando esa tecnología, construimos y seguimos construyendo otros similares para instalar en los aeropuertos de toda la región de la Patagonia, y que servirán para medir con precisión la medida y el efecto de las cenizas volcánicas, que azotan cada tanto a esa región del país, para ofrecer mayor seguridad a los vuelos comerciales.
Otro temas con el área de Láser, que estamos trabajando, es el denominado de ‘Separación Isotópica’, que permitirá separar elementos. Otros proyectos que estamos desarrollando también, tienen que ver con la automatización y modernización de viejos cañones del Ejército Argentino, que ahora le incorporamos electrónica, informática y moderna operatividad. En este terreno, estamos trabajando fuertemente en el CP-30, que es un lanzador múltiple montado sobre un camión y que dispara 37 cohetes en doce segundos.
¿También producen simuladores?
Así es, estos son formas de entrenamiento del personal, sin tener que erogar recursos importantes. Nosotros producimos simuladores de tiro, para tanques y para vuelos, entre ellos, desarrollamos el simulador de vuelo para los aviones de entrenamiento avanzado Pampa. Además, entre las novedades que te contaba antes, estamos desarrollando, a largo plazo, se denomina Criptografía Cuántica; que tiene que ver con la seguridad informática; vital para estos tiempos.
¿Han suscripto convenios con otros organismos y/o empresas privadas de otros países para desarrollar proyectos en conjunto?
Sí, claro; tenemos convenios con organismos estatales, Fuerzas Armadas y universidades de otros países, fundamentalmente –por decisión política del gobierno argentino- con aquellos que pertenecen a los países de esta región.
Imagino que en este marco de cooperación con los países de la UNASUR, deben existir conversaciones para la exportación de algunos de estos proyectos que usted nombró.
Sí, de nuestros proyectos, los que hasta ahora despertaron mayor interés son los referidos a los simuladores, de todo tipo; Vectores; extensión de vida útil de misiles; también nuestra tecnología para el desminado de campos; en este sentido, nosotros hemos colaborado con distintos países del mundo.
¿Se concretó, oficialmente, alguna venta en estos tiempos?
Los convenios no los firmamos nosotros, se firman a nivel de los gobiernos.
Por último, ingeniero: ¿se vio incrementado en los últimos tiempos el presupuesto que ustedes reciben para llevar a cabo sus proyectos?
Sí, hubo un incremento presupuestario en los últimos años, aunque siempre con restricciones.
SEGUIMIENTO Y RELEVAMIENTO: Rafael Pansa