En 2013 parecía que la intervención militar en Siria por parte de la reducida coalición liderada por Estados Unidos y Francia era un hecho y que el régimen de Bashar El Assad tendría los días contados. El hecho detonante fue el uso de armas de destrucción masiva que aún hoy parece difícil dilucidar quién fue que las usó. Distintos factores confluyeron para evitar que esto sucediera, siendo los principales: la débil cohesión interna de la oposición Siria, las victorias en el terreno del régimen de El Assad en los días previos a la crisis, la negativa del parlamento británico a participar en la aventura y, fundamentalmente, el decisivo papel jugado por Rusia en aquel momento, tanto en la arena diplomática como en la militar, movilizando naves de guerra a la zona y continuando con los envíos de armas al gobierno sirio.
Dos años más de guerra civil han transcurrido desde entonces y el escenario no ha hecho más que empeorar, agravándose la situación de la población civil, la cual se ve forzada a huir a como dé lugar.
Dos años más de guerra civil han transcurrido desde entonces y el escenario no ha hecho más que empeorar, agravándose la situación de la población civil, la cual se ve forzada a huir a como dé lugar.
Un factor novedoso de estos últimos dos años ha sido la aparición en escena del Estado Islámico –ISIS-, el cual ya controla un importante territorio al norte y este del Estado sirio, incluyendo la histórica ciudad de Palmyra, en la cual hace pocos días los yihadistas se encargaron de hacer volar el templo de Baal, de un alto valor histórico-patrimonial. El EI cuenta con armamento estadounidense que consiguió merced a sucesivas victorias en territorio iraquí, principalmente en las ciudades de Mosul y Ramadi (VER Armamento Norteamericano, el Denominador Común de Irak y el Estado Islámico) y ha dado cuenta de una gran capacidad para desenvolverse en el combate, a pesar de luchar contra las milicias kurdas y los turcos al norte, los sirios al oeste, los iraquíes al este y los constantes bombardeos de las fuerzas aéreas de la coalición, fundamentalmente, Estados Unidos y Francia. Ha habido rumores de que ISIS ya se encuentra en Damasco y de que capturó un importante pozo petrolero en territorio sirio, pero ambas informaciones no han sido confirmadas aún.
LOS GRANDES COMIENZAN A MOVER SUS FICHAS
Los únicos que han asestado derrotas al EI son las milicias kurdas del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán). Esa es la razón por la cual Estados Unidos les provee armamento, a pesar del malestar que esto ocasiona al gobierno iraquí, aliado de norteamerica pero enfrentado a los separatistas kurdos. Ahora bien, a finales de Julio los norteamericanos acordaron con Turquía (otro enemigo de los kurdos) que este país se incorporaría de lleno a la lucha contra ISIS en territorio iraquí y sirio, creando una zona de seguridad más allá de la frontera, esto es, violando la integridad territorial de Siria. Lo que está sucediendo en verdad desde ese momento es que de 20 bombardeos que realizan los turcos, uno va dirigido a ISIS y 19 a posiciones del PKK, acelerando la espiral de ese histórico conflicto que, por ejemplo, lo tiene al primer ministro turco, Ahmed Davutoglu haciendo declaraciones en el día de ayer tales como "Vamos a limpiar las montañas de terroristas" en respuesta a un atentado del PKK en el sur de Turquía.
Excluido de participar en la crisis siria de 2013 ya que su situación política interna era delicada, el gobierno egipcio ha confirmado en el día de hoy que lanzó una operación a gran escala contra el Estado Islámico
Por su parte, otro importante actor regional que se sumó muy recientemente al juego es Egipto. Excluido de participar en la crisis siria de 2013 ya que su situación política interna era delicada, el gobierno egipcio ha confirmado en el día de hoy que lanzó una operación a gran escala contra el Estado Islámico en Rafah, Sheikh Zuweid y El-Arish, en el norte de la península de Sinaí, región del sur de Siria, muy cercana a Israel.
En cuanto a Rusia, Vladimir Putin dijo estar sopesando distintas opciones y confirmó que estaban “entrenando a soldados sirios y ayudándoles con el equipamiento”. Mientras tanto, trascendió que decenas de soldados rusos llegaron a Siria en los últimos días, más precisamente a la zona de Latakia. Esto detonó la preocupación estadounidense, todo lo cual terminó en una conversación telefónica entre el secretario de Estado, John Kerry y el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov. En dicha conversación, Kerry manifestó la preocupación norteamericana por el “inminente aumento de la fuerza militar rusa”. Los dos acordaron proseguir las conversaciones sobre la cuestión siria en Nueva York, en ocasión de la 70º sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Por último, y para complicar aún más el escenario, en el día de ayer el presidente francés, François Hollande, anunció que las fuerzas francesas que actúan en Irak combatiendo al EI ampliarán su radio de acción para incluir al territorio sirio. Si bien dijo que no sería consecuente ni realista una intervención terrestre, pidió “al ministro de Defensa que, a partir de mañana [por hoy, martes], aviones franceses hagan vuelos de reconocimiento en el sur de Siria”. Los vuelos de reconocimiento se utilizan para detectar posibles objetivos, lo cual significa que en los próximos días nos enteraremos de que aviones franceses están bombardeando suelo sirio.
En el momento que comenzó la guerra civil en Siria en 2011 no se podía ver cómo terminaría ni cuándo. Lamentablemente, la situación se ha complejizado aún más, los desastres humanitarios han empeorado y el fin sigue sin poder avizorarse.
(*) Investigador de la Fundación para la Integración Federal
