A mediados del año pasado la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe aprobó modificaciones al Fondo para Obras Menores, las cuales fueron modificadas en el Senado y al ser aceptadas por la primera cámara dieron origen a la sanción de una nueva ley hace unas semanas atrás. Ante esta situación el Poder Ejecutivo sostuvo que la vetaría de forma inmediata.
En su momento, el ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Rubén Galassi, sostuvo la decisión indicando que “se da una situación injusta con las dos ciudades más grandes de la provincia, que son Rosario y Santa Fe, donde vive el 40% de los santafesinos”. Además, justificó el posible veto ya que se “desnaturaliza el espíritu que tenía la ley y, en los hechos, es casi una modificación al régimen de coparticipación a municipios y comunas porque si no se cumplen determinados plazos se habilita a los gobiernos locales a que avancen con los proyectos cuando la idea original era que las obras sean discutidas y consensuadas, tanto en los concejos municipales como en las comisiones comunales”. (Diario La Capital, 4/11/2013)
No obstante, esta semana fue novedad el hecho de que el Poder Ejecutivo habría incurrido en defectos formales en el veto de la ley, lo que según legisladores de la oposición implicaría la plena vigencia de la ley. (Sin Mordaza, 29/11/2013)
Para poder comprender a que se debe este debate es preciso repasar qué son los fondos en cuestión y cuál es la situación que implicaría una nueva distribución de los mismos, lo que traería aparejado un impacto no menor para las pequeñas localidades. Si se buscará solucionar los defectos formales del veto o se avanzará con una nueva ley que incluya a las ciudades de Rosario y Santa Fe dependerá de las principales autoridades del Poder Ejecutivo provincial.
A mediados del año pasado la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe aprobó modificaciones al Fondo para Obras Menores, las cuales fueron modificadas en el Senado y al ser aceptadas por la primera cámara dieron origen a la sanción de una nueva ley hace unas semanas atrás. Ante esta situación el Poder Ejecutivo sostuvo que la vetaría de forma inmediata.
¿Cuánto dinero hubiera recibido en 2013 cada localidad con la nueva ley? ¿Cuánto es lo que pone en juego cada una de ellas si la ley se veta o se reforma? ¿Los municipios más chicos se perjudican o se benefician?
Para analizar estas cuestiones se analizan tres posibilidades: la primera muestra los montos que hubieran obtenido Rosario, Santa Fe y las restantes ciudades/localidades en el año 2013, a través del Fondo del Conurbano y el Fondo para Obras Menores en el caso en que no se incluya a Rosario y Santa Fe dentro de este último. La segunda muestra los montos que se hubieran obtenido si Rosario y Santa fe hubieran estado incluidas en el Fondo para Obras Menores, además de recibir sus montos correspondientes al Fondo del Conurbano. La tercera muestra los montos que se hubieran obtenido si Rosario y Santa Fe hubieran estado incluidas en el Fondo para Obras Menores y el monto obtenido del Fondo del Conurbano se hubiera aportado para el monto a repartir en el Fondo para Obras Menores. Es decir, ambas ciudades entrarían al FOM “aportando” los fondos con los que hoy cuentan.
Estos serían los resultados para las ciudades que más reciben en cada uno de los 3 casos (ver PDF con los montos que percibiría cada una de las 362 localidades de la Provincia de Santa Fe).
Nota: a los fines de determinar los montos totales implicados a los montos de las últimas 2 columnas habría que agregarle los $ 20.500.000 y $ 8.500.000 que reciben actualmente Rosario y Santa Fe por Fondo del Conurbano.
El primer caso es el de hoy en día y muestra los fondos que hubieran recibido las grandes ciudades de haber estado vigente la nueva ley en 2013. También se ve como los montos percibidos por las demás ciudades se han ido acercando a los recibidos por Santa Fe y Rosario por el Fondo del Conurbano, el cual es un fondo nacional cuyos fondos son fijos y no se actualizaron en el tiempo como si lo hizo el Fondo para Obras Menores. De ahí el creciente interés de Rosario y Santa Fe por participar del reparto de estos recursos.
El segundo caso se daría con una ley que incluya a Rosario y Santa Fe dentro del Fondo para Obras Menores y no se comparta el monto que estas ciudades reciben del Fondo del Conurbano. De darse esta situación, se perjudicaría notoriamente al resto de las ciudades/localidades de la provincia, ya que no se aumentaría el monto a repartir y Rosario y Santa Fe se quedarían con cerca del 30% del total de fondos distribuidos, sumado a lo que reciben del Fondo del Conurbano. No es muy difícil imaginar la oposición que presentarían el resto de las grandes ciudades de la provincia a una reforma como esta, ya que la disminución de los recursos recibidos por cada una de estas rondaría el 40%.
Por último, una ley que incluya a Rosario y Santa Fe e incorpore dentro del monto a repartir lo que estas ciudades reciben del Fondo del Conurbano perjudicaría a 273 ciudades/localidades de la provincia (entre las que se encuentran las principales ciudades), aunque beneficiaría a las 87 localidades más pequeñas. Estas últimas ubicadas por debajo de los $230.000 pesos anuales, pasarían a recibir algunos miles de pesos más producto del impacto de la incorporación de los Fondos del Conurbano.
Estos datos y los fondos en juego hacen pensar que esta discusión está lejos de haber sido zanjada y en los próximos días volveremos a escuchar hablar de nuevo a funcionarios del Ejecutivo, Intendentes o legisladores opositores sobre el Fondo para Obras Menores.
(*) Investigador de la Fundación para la Integración Federal