Al momento de exponer los motivos de una medida de fuerza de esta gravedad, los convocantes se limitaron a lo siguiente: los altos índices de inflación, la excesiva presión tributaria y las trabas a la comercialización impuestas por el Gobierno.
Ahora bien, repasemos juntos, uno por uno, la veracidad de los fundamentos esgrimidos para entender la verdadera “fuerza de los motivos”.
INFLACIÓN: Al respecto, podemos decir que, desde agosto de 2014 a la fecha, la misma ha registrado un descenso constante, ubicándose en valores promedios a los que han sido desde 2007. En este punto, es importante destacar y recordar que la tasa de incremento de precios se aceleró en enero del año pasado por las variaciones del dólar, situación que caramente benefició al sector agropecuario, por ser en su mayoría exportador.
EXCESIVA PRESIÓN TRIBUTARIA: Este argumento, directamente no tiene asidero alguno, porque el Gobierno Nacional – tanto en la Presidencia de Néstor Kirchner como en los dos mandatos de la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández - no ha creado ningún impuesto nuevo desde el año 2003 a la fecha. En materia tributaria, sólo ha variado el monto de las retenciones, las cuales se mantienen en valores constantes desde 2008.
TRABAS A LA COMERCIAIZACIÓN: Resulta absurdo plantear la cuestión de las trabas a la comercialización desde un sector que es netamente exportador. Por el contrario, las principales trabas a la venta vienen desde el seno del propio sector. Ejemplo de lo anterior, es que a la fecha un sector de los productores agropecuarios mantienen acopiado un 25% de la cosecha de soja 2014/25, el equivalente a unas 10 millones de toneladas.
Como si esto fuera poco, y a mayor abundamiento, hay que sumar que las estimaciones para la cosecha 2015/2016 refieren a números records. En particular, se proyecta una producción de 110 millones de toneladas de granos, donde la soja superará los 57 millones.
En el caso del trigo, la cosecha será mayor en un 50% a la del año pasado, alcanzando 14 millones de toneladas. Asimismo, recordemos que el cupo fijado por el Ministerio de Agricultura para abastecer el mercado interno es de 6,5 millones de toneladas, esto es, para proveer de insumos a la producción de pan, harina, fideos, manufacturas y alimentos de animales, entre otros. Esto quiere decir que los productores tendrán disponibles para exportar, nada menos que 7,5 millones de toneladas.
DATO: Es importante recordar que, en el año 2003, la producción de granos era de 69 millones de toneladas.
El POST-PARO: Nivel de acatamiento.
Según los datos publicados por Sebastián Premici en Pagina 12 en base a la información provista por SioGranos - el nuevo sistema lanzado por el Ministerio de Agricultura, que permite a los productores y al Estado, de forma online, conocer todas las transacciones de la cadena agropecuaria - el cese en la venta de granos y ganado en pie, durante los días del “lock out”, fue prácticamente nulo.
Lo interesante de destacar es que durante los 3 días de paro, la comercialización se mantuvo normal (granos) o, llamativamente, se aceleraron las ventas la semana anterior al paro (ganado).
El tiempo ha marcado la imposibilidad de mantener reclamos transversales entre pequeños, mediados y grandes actores.En el caso del ganado, el Mercado de Liniers no tuvo ningún movimiento durante el día viernes. Sin embargo, es importante tener en consideración los siguientes datos: durante todo el 2014 y los primeros tres meses del corriente año, el ingreso semanal promedio de ganado a este mercado concentrador fue de 22.300 cabezas. Mientras que en la semana previa al inicio del lockout, el envío de ganado fue de 46.262 cabezas, mas de el doble del promedio semanal.
Esto quiere decir que el ganado que no se comercializó en estos tres días, lo vendieron la semana pasada (Sebastián Premici).
En cuanto al cereal, en los puertos de Rosario se operó con normalidad, registrando un ingreso de 3.645 camiones el 12 de marzo, alrededor de 2.000 vehículos más que el jueves de la semana pasada.
EL DESENLACE
La denominación “ex Mesa de Enlace” para referirme al agrupamiento de las distintos entidades que representan los intereses del agro, se debe al quiebre que se produjo debido a la negativa de la Federación Agraría Argentina (FFA) de participar en la convocatoria del paro. El motivo: La centenaria entidad no sentía representatividad en los reclamos.
Con la llegada de Omar Príncipe, FAA decidió alejarse de la Mesa de Enlace por entender que los intereses y necesidades de las demás centrales, compuestas principalmente por grandes productores, no son los mismos que los objetivos perseguidos por los pequeños y medianos.
Recordemos que FAA es una organización patronal de productores rurales de la República Argentina, fundada el 15 de agosto de 1912, como corolario de una histórica protesta de arrendatarios y pequeños productores rurales conocida como “Grito de Alcorta”. La mayor parte de sus miembros son pequeños y medianos propietarios rurales, principalmente concentrados en las provincias de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos.
Conforme surge de su propia pagína web (www.faa.com.ar), la FAA tiene como objeto defender los intereses de los pequeños y medianos productores agropecuarios de todo el país.
No obstante ello, en los últimos 7 años en que la Federación Agraria, bajó la conducción de Eduardo Buzzi, estuvo adherida a la Mesa de Enlace, se vío imposibilitada de conseguir políticas diferenciadas para pequeños productores. Pareciera que el actual candidato a gobernador en Santa Fe por el Frente Renovador, Eduardo ¨La semilla del cambio¨ Buzzi, priorizaba tener una carrera política y no encargarse de defender los intereses de los pequeños y medianos productores.
El viraje en el posicionamiento de la FAA se dio tras asumir la nueva conducción. Con la llegada de Omar Príncipe, FAA decidió alejarse de la Mesa de Enlace por entender que los intereses y necesidades de las demás centrales, compuestas principalmente por grandes productores, no son los mismos que los objetivos perseguidos por los pequeños y medianos.
Este alejamiento, le permitió a FAA sentarse a dialogar con el Gobierno Nacional a fin de poder discutir políticas para el sector. Y los resultados no se hicieron esperar. Se logró un acuerdo con el Ministerio de Agricultura para recibir un subsidio a los tamberos de 30 centavos por litro de leche por un período de tres meses. La medida está destinada a quienes produzcan hasta 2.900 litros diarios, es decir el 85 por ciento del total de tambos. Esta política esta orientada a ayudar a los pequeños productores lácteos, los cuales años anteriores se quedaban con el 33% del precio final y hoy en día solo con el 17%.
Respecto de esta medida, Pedro Peretti - ex director de FAA y línea disidente de la conducción de Eduardo Buzzi – dijo lo siguiente: ¨El reconocimiento de los 30 centavos por litro de compensación es un paso enorme en esta puja distributiva entre los productores lecheros medianos y chicos de un lado, y los grupos concentrados de la industria pero también de los grandes tambos, del otro. Porque esta política errónea de tratar como iguales a los que son distintos, produjo una impresionante concentración y la desaparición de muchos tambos pequeños por problemas estructurales que no se contemplaron.”
CONSIDERACIONES FINALES
Los pequeños productores tienen realidades distintas y necesitan de políticas activas. Necesitan que los protejan y sin dudas los grandes productores no lo harán.
Además, si al factor de representatividad agregamos el político, la situación empeora. La Mesa de Enlace se conformó para defender los intereses de los grandes productores, en el marco de la disputa por la Resolución 125, y ser la herramienta que permita convertirse en un factor de poder y así lograr concesiones por parte del Gobierno.
Para el caso puntual del lockout que comento, pareciera que la Mesa de Enlace quiso mostrar su poder dentro de la economía argentina en un año electoral. El poder viene dado por ser el sector que genera la mayoría de las divisas que se utilizan para importar los bienes que nuestra industria no produce y para honrar los servicios de la deuda pública. Esa muestra de poder le permitiría, según sus planes, obligar a los distintos candidatos a presidente a sentarse para buscar su ¨importante¨ apoyo.
En fin, el verdadero objetivo del paro fue un trasfondo político pero ante el bajo nivel de acatamiento las centrales agropecuarias deberán esperar las elecciones de octubre para mostrar cual son sus intenciones políticas a través de las urnas y no la fuerza de choque. ¨Mozo, cerrame la Mesa 3¨
(*) Licenciado en economía de la Fundación para la Integración Federal