En el día 18 de octubre se llevará a cabo la evaluación nacional conocida como Operativo Aprender 2016 y las críticas no han tardado en aparecer desde diferentes sectores involucrados en la educación.
Este Operativo propone como objetivo “relevar información oportuna y de calidad sobre los logros alcanzados y los desafíos pendientes del sistema educativo. Los resultados permitirán brindar orientaciones que contribuyan a la mejora continua de los aprendizajes y a una mayor equidad, y planificar políticas que optimicen la calidad educativa”.
Tal como refirió Martín Lucero, secretario general de SADOP Rosario, se formulan fundamentalmente tres objeciones al Aprender 2016. La primera de ellas tiene que ver con que se trata de un operativo de evaluación a escala nacional en la que no se han consultado a los gremios docentes. Esta cuestión generó una gran controversia ya que no se ha considerado la participación de un actor protagónico y relevante del sistema educativo como son los docentes. En referencia a esta cuestión, José Testoni, secretario general adjunto de AMSAFE provincial expresó que “cualquier cambio en el contrato de trabajo tenía que ser discutida en una paritaria”. Los gremios no fueron debidamente consultados y desde el sindicato se genera rechazo ya que no se estarían respetando los contratos de trabajo y los docentes estarían realizando una tarea que no les corresponde. “No es inherente a nuestra actividad”, destacó Testoni.
La segunda objeción tiene que ver con la forma en la que se llevará a cabo este Operativo. Como se ha declarado, es manifiesta la voluntad de que se conozcan los resultados de las escuelas, habilitando la posibilidad de un “rankeo”. Para Lucero, esto es evidencia de una “clara práctica mercantilista” y se encuentra en consonancia con el sesgo mercantilista y neoliberal del presente Gobierno. Testoni advirtió que “el rankeo pone la lógica neoliberal como si las escuelas fueran shopping”. De la misma manera se expresó Terés y opinó que “el gobierno avanza hacia la ranking manía, con una lógica en donde tiene que haber buenos y malos, mejores y peores”. Añadió que se instalaría un trato diferencial sin contemplar las particularidades de cada región y cada caso.
La tercera de las objeciones está ligada precisamente a esta última consideración y es que se trata de una prueba estandarizada que aplica la misma fórmula para todos y no respeta las particularidades regionales. Marcela Isaías, docente y periodista especializada en educación, manifestó que “todo indica que se hizo a nivel nacional”, obligando prácticamente a las provincias a ajustarse a una decisión que ya había sido tomada. En tal sentido, Lucero destacó que Santa Fe no se expresó sobre el Aprender 2016 pero se lo terminó acatando.
Otro de los temas que representa un foco problemático es de carácter metodológico y pedagógico. Según la opinión de los entrevistados tanto la forma (multiple choice) como el contenido (preguntas relativas al trato del docente, a la Asignación Universal por Hijo), no guardan estrecha relación con los objetivos propuestos. Testoni opinó sobre este aspecto que “no se plantea en serio una evaluación del sistema. No toma en cuenta la infraestructura, cargos, salarios, responsabilidades, todo lo cual es dejado de lado”. Por su parte, Terés expresó que el método es “arcaico y antipedagógico”.
Las críticas se dirigieron también hacia la cuestión presupuestaria. Básicamente, éste es inferior al año 2015 y se exige, como opina Terés, “una mayor explotación”. Un tema que no fue discutido ni siquiera en las paritarias.
En definitiva, los entrevistados coincidieron en que sí es necesaria una evaluación, un diagnóstico inicial para que pueda existir una planificación y corrección de las principales falencias del sistema educativo. Lo que no apoyan es que se implemente de esta manera, es decir, estandarizando situaciones, ignorando las diferencias regionales y saltando las instancias de negociación con los docentes.