Duras palabras del primer ministro turco, Ahmed Davutoglu, un día después de que dieciséis militares murieran en un ataque del PKK en el sureste del país. Se trata del mayor número de bajas causadas por la guerrilla marxista kurda desde el pasado mes de julio, cuando rompió con dos años de tregua unilateral tras ser bombardeadas sus bases en el norte de Irak por el Ejército turco.