Venezuela no puede esperar más, necesita que los precios del petróleo dejen de bajar y vuelvan a sus niveles de antes. Al menos, a los setenta dólares el barril. Así lo pidió su presidente, Nicolás Maduro, desde Caracas después de haber hecho una gira asiática en la que se entrevistó en Pekín con su homólogo ruso, Vladímir Putin, antes de desplazarse al emirato de Catar.