La Unión Europea reactivará el diálogo con Turquía, pero más tarde de lo previsto. Esa ha sido la solución de compromiso que han encontrado los ministros comunitarios para reabrir la negociación que Alemania había bloqueado la semana pasada. Europa envía así un mensaje de censura al modo en que el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha decidido sofocar las protestas en su país, pero sin frustrar las negociaciones para una futura incorporación a la UE.
Los representantes de los Veintisiete han resuelto el entuerto diplomático creado la semana pasada, cuando Alemania se negó a mantener la reunión prevista para hoy entre Bruselas y Turquía y encendió los ánimos del Gobierno de Erdogan. La cita suponía el primer avance en tres años de una negociación que arrancó en 2005. El encuentro finalmente no se celebrará, aunque los ministros se comprometen a llevarlo a cabo en cuatro meses.
Ese retraso supone en la práctica una reprimenda a Erdogan, cuya represión de las manifestaciones ha generado cuatro muertos y cientos de heridos. Al mismo tiempo, aleja del horizonte electoral alemán una cuestión que puede perjudicar a la canciller Angela Merkel: el apoyo a la candidatura turca a la UE. La nueva fecha para negociar el capítulo 22 de ese proceso, relativo a política regional, no se fijará antes de octubre.
“Está en nuestro interés avanzar en el proceso de adhesión”, celebró el comisario europeo para la ampliación, Stefan Füle, tras la reunión que mantuvieron en Luxemburgo los ministros encargados de esta materia. Füle recordó el papel crucial que desempeña Turquía en la crisis siria, con la presión que los refugiados ejercen en la frontera entre ambos países.
Además, los Estados miembros premiaron la reconciliación entre Serbia y Kosovo con un pacto para empezar a negociar en enero de 2014 la entrada de Serbia en la UE. Lanzarán también, sin plazo fijo, un acuerdo de asociación con Kosovo.
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Imanol Barrangú
FUENTE: El País