China relajará su política del hijo único, eliminará los polémicos campos de trabajo y reducirá los delitos punibles con la pena capital, de acuerdo con el documento pactado durante la reunión del Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh), según informa la agencia estatal Xinhua.
Las parejas podrán tener dos hijos si uno de los padres es hijo único, como parte de un ajuste de la política de natalidad -iniciada a finales de los 70- para fomentar el "desarrollo equilibrado a largo plazo de la población en China". Antes era un requisito indispensable que los dos progenitores fueran hijos únicos.
Por otra parte, el Gobierno abolirá el sistema de "reeducación a través del trabajo" en el marco de los esfuerzos para mejorar las prácticas en materia de Derechos Humanos y judiciales en el país. Abolirá así los campos de trabajo (conocidos en China como "laogai"), "trabajará para prohibir la obtención de confesiones mediante la tortura y el abuso físico" y pedirá a los tribunales que sean estrictos y no acepten evidencias obtenidas ilegalmente, reza el comunicado.
En un país donde muchos abogados suelen ser perseguidos por su defensa de los derechos humanos, el PCCh señala que los letrados "jugarán un importante papel en la protección de los derechos legales y los intereses de los ciudadanos" y sus derechos a la práctica legal "serán protegidos".
Los miembros del Comité Central, el máximo órgano del partido gobernante, también han acordado en el tercer pleno de la XVIII Sesión que se reducirán el número de delitos que se castigan con la pena de muerte "paso a paso".
La comunidad internacional y organizaciones de derechos humanos han criticado durante décadas al Gobierno chino por la imposición de trabajos forzados (en muchas ocasiones sin sentencia judicial), el extendido uso de la pena de muerte (también en delitos no violentos) o los abusos en la política del hijo único (abortos y esterilizaciones forzosas).
AUMENTAR LA EDAD DE JUBILACIÓN Y REFORMAR LA BANCA
Además de medidas sociales, el PCCh también ha acordado importantes reformas económicas, entre ellas aumentar "gradualmente" la edad de jubilación para construir un sistema de seguridad social "más imparcial y sostenible", y ampliar la privatización de la banca.
En la reforma bancaria se permitirá la creación de bancos "pequeños y medianos" de "capital privado cualificado", si bien en el sector empresarial las grandes compañías estatales tendrán que devolver el 30 % de sus ingresos al Gobierno en 2020, el doble del máximo actual.
Estas medidas forman parte de un plan económico y social para dar rienda suelta a nuevas fuentes de crecimiento después de tres décadas de una expansión vertiginoso que empieza a dar señales de agotamiento.
Durante el plenario que se celebró entre el 9 y el 12 de este mes, el Partido Comunista chino puso el énfasis en la necesidad de permitir que los mercados desempeñen un papel "decisivo" en la asignación de recursos y no meramente "básico", como hasta ahora, y alentar el desarrollo del sector privado. Para ello, el primer paso debe ser el establecimiento de un mercado abierto y unificado en el que exista una competencia "ordenada".
Los nuevos líderes, encabezados por el presidente Xi Jinping y el primer ministro Li Keqiang, tratan de poner en marcha un nuevo modelo de crecimiento más basado en el consumo interno que reemplace al actual, apoyado en las exportaciones y unas empresas estatales gigantes.
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Priscila Pretzel
FUENTE: RTVE