En rueda de prensa, el jefe de Gobierno afirmó que su Gabinete trazará lo antes posible un prometido paquete de estímulo para reactivar la recuperación, después de que la economía nipona haya entrado en recesión técnica ahogada por la subida del impuesto sobre el consumo del pasado abril.
Esta partida, que se espera que incluya medidas para incentivar la inversión del sector privado, será aprobada previsiblemente por su Gabinete el próximo 26 de diciembre, indicaron hoy fuentes cercanas a la materia a la agencia Kyodo.
Para dar continuidad a su programa, el primer ministro tiene intención de mantener intacto su Gabinete, al que ya le hizo un lavado de cara en septiembre.
Dos días antes, el 24, el Parlamento celebrará una sesión especial para votar la reelección de Abe como primer ministro, tal y como acordaron hoy su formación, el Partido Liberal Demócrata (PLD), y su socio de coalición, el budista Nuevo Komeito.
En las comicios de ayer, marcados por el menor índice de participación desde la II Guerra Mundial (el 52,65 %), los dos partidos obtuvieron 291 y 35 escaños, respectivamente. Esto les permite renovar su mayoría en la Cámara de Representantes, que consta de 475 asientos, y evitar el bloqueo de iniciativas en la Cámara Alta.
Para dar continuidad a su programa, el primer ministro tiene intención de mantener intacto su Gabinete, al que ya le hizo un lavado de cara en septiembre. Validado por las urnas, su política económica, denominada "Abenomics", encara ahora a una segunda fase en la que afronta su obstáculo más complejo, la necesidad de aplicar una serie de reformas para liberalizar los sectores menos competitivos de la economía nipona.
"Tenemos que llevar a cabo reformas en sectores como el agrícola, el sanitario o el energético", insistió hoy Abe . Esta tercera flecha del "Abenomics" (las otras dos son un potente gasto público y la impresión de dinero a gran escala) supone un reto mayúsculo por la dificultad de lograr acuerdos, no ya en el hemiciclo, si no en el seno de su partido, compuesto por una decena de facciones movidas por intereses y grupos de presión diversos.
Al margen de este reto, el primer ministro subrayó hoy que presionará a las empresas para lograr unos incrementos salariales que, según promete su programa, serán el producto de los logros cosechados hasta el momento por el "Abenomics".
A su vez, instó a su partido y a su socio de coalición a cerrar cuanto antes el programa de reformas fiscales para el próximo ejercicio -que arranca en abril- y en el que destaca, a modo de incentivo para el sector privado, una rebaja del impuesto de sociedades (en torno al 35 % y uno de los más altos del mundo).
Abe también mencionó temas delicados que su formación hábilmente esquivó durante la campaña, como la intención de su Gobierno de volver a reactivar los reactores nucleares una vez que se garantice que cumplen los nuevos requisitos de seguridad establecidos por el regulador nipón tras el accidente de Fukushima de 2011.
Pese a estar a mitad de mandato, el primer ministro decidió convocar elecciones el pasado noviembre tras certificar los estragos provocados por la subida del impuesto sobre el consumo activada el pasado abril.
RELEVAMIENTO Y EDICION: Maria Belen Serra
FUENTE: DW