Jamenei dejó en claro, sin embargo, que Irán no tiene porqué alcanzar un acuerdo contraproducente, y citó en su favor a los Estados Unidos, para los cuales "no alcanzar un acuerdo es mejor que un mal acuerdo".
"Nosotros tenemos la misma opinión y creemos que no alcanzar un acuerdo es mejor que alcanzar un acuerdo que esté en detrimento de los beneficios nacionales", subrayó Jamenei, según difundió la agencia de noticias EFE citando la página oficial del clérigo.
El líder político religioso, conocido por la dureza de sus posiciones ante las exigencias de Occidente, dio así respaldo a quienes, dentro de Irán, buscan llegar a un acuerdo para que se levanten las sanciones que pesan sobre el país asiático.
El líder supremo iraní reiteró que la conducta de su país fue lógica frente a una contraparte que intentó seguir una línea "irracional y de fuerza".
Pero Jamenei agregó que si bien "será muy bueno" si se las elimina, si los negociadores no lo logran "hay numerosas estrategias en el país para aflojar el arma del embargo".
El líder supremo iraní reiteró que la conducta de su país fue lógica frente a una contraparte que intentó seguir una línea "irracional y de fuerza".
Precisamente por esto, Jamenei se opuso a un acuerdo en dos etapas, con un acuerdo general inicial y de detalle más tarde.
Un acuerdo en dos pasos, explicó, "no es aceptable porque según la experiencia que tenemos de la conducta de la otra parte, un acuerdo solo en las generalidades será una herramienta para poner excusas secuencialmente en los detalles".
"Si se lleva a cabo un acuerdo se debe hacer en solo paso e incluir lo general y los detalles todo junto", afirmó, y aclaró que "las disposiciones del acuerdo deben de ser claras, obvias, indiscutibles e inconfundibles", informó la pagina web oficial de líder.
Las negociaciones entre Irán y el grupo 5+1 deben llegar a un acuerdo definitivo el 1 de julio a más tardar, y Jamenei se opone a una alternativa que surgió en las negociaciones, consistente en un acuerdo político no más allá de marzo para luego cubrir los detalles técnicos.
Teherán sostiene un largo conflicto con las potencias occidentales, que lo acusan de pretender una fuerza atómica propia y con ese argumento le impiden desarrollar un plan nuclear que Irán, colindante con Pakistán, que dispone de armas y vectores nucleares, insiste en que tiene fines exclusivamente pacíficos.
Estados Unidos e Israel se niegan a admitir esta afirmación y sostienen la posición contraria: que Irán busca convertirse en gran potencia nuclear regional. Tel Aviv considera que ese país es su peor enemigo y ve su accionar detrás de todas las amenazas que enfrenta en su entorno local.
FUENTE: Télam