El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha anunciado este miércoles el retraso hasta octubre de 2016 de la posible inclusión del yuan chino en la cesta de divisas que componen los Derechos Especiales de Giro (SDR), la moneda que utiliza el organismo, para dar a los usuarios un tiempo de adaptación. "La ampliación de nueve meses permitirá a los usuarios de los SDR tiempo suficiente para ajustarse al hecho de que se tome una decisión para añadir una nueva moneda a la cesta de divisas", afirma el FMI en una nota de prensa, al confirmar la decisión después de que los técnicos emitiesen una recomendación a comienzos de mes.
La nueva revisión tiene ahora como fecha límite para completarse el 30 de septiembre de 2016, frente a la actual del 31 de diciembre de 2015, por lo que la posible nueva inclusión no sería efectiva hasta octubre del próximo año.
El Fondo, que revisa cada cinco años la composición de las divisas en las que se basan los SDR en función a los cambios de la economía mundial y que actualmente está compuesta por el dólar estadounidense, el euro, el yen japonés y la libra esterlina británica, debía decidir sobre este punto antes del final del año.
El Fondo considera la decisión de China de reformar su sistema cambiario como "un buen paso" hacia la apertura y flexibilización del mercado de divisas en el país asiático, aunque reconoció que debe avanzar más.
Para incluir a una moneda en la cesta de SDR, ésta debe mostrar un significativo peso en el comercio internacional de bienes y servicios y haber sido calificada por el Fondo como de "uso libre", es decir, que sea ampliamente utilizada como moneda de pago en transacciones internacionales e intercambiada en los principales mercados de divisas.
El anuncio del organismo dirigido por Christine Lagarde se produce apenas una semana después de que China sorprendiese a los mercados con una devaluación del yuan y lo enmarcase en un proceso de flexbilización del tipo de cambio para alinearlo más con los fundamentos del mercado.
Pekín ha realizado en los últimos años una importante campaña diplomática para defender la inclusión en la cesta del FMI de su moneda, lo que otorgaría una mayor credibilidad a su economía y elevaría la confianza internacional.
Si bien algunos países han defendido la inclusión del yuan, dado el creciente peso económico global de China, otros como EEUU se han mostrado más cautos al insistir en que las autoridades chinas aún deben avanzar más hacia la liberalización financiera y permitir una mayor flexibilidad en su tipo de cambio, aún intervenido por Pekín.
El Fondo considera la decisión de China de reformar su sistema cambiario como "un buen paso" hacia la apertura y flexibilización del mercado de divisas en el país asiático, aunque reconoció que debe avanzar más.
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Noelia Montero
FUENTE: ElPais