Después de prometer el martes "fuego e ira" a Pyongyang por sus programas balístico y nuclear, el mandatario estadounidense volvió a la carga con un mensaje en Twitter en el que aseguró que su "primera orden como presidente fue renovar y modernizar" su arsenal nuclear.
De este modo, Trump se hizo eco de la violenta retórica que ha caracterizado al régimen de Kim Jong-un, aunque matizó -también en la red social y desde Nueva Jersey, donde se encuentra de vacaciones- que espera no tener que usar "nunca" su poder nuclear.
El secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo que "lo que hace el presidente es enviar un mensaje fuerte en un lenguaje que Kim Jong-un pueda comprender, porque parece no comprender el lenguaje diplomático".
"No creo que haya alguna amenaza inminente", matizó Tillerson en declaraciones en el avión que lo llevaba al territorio estadounidense de Guam, amenazado por Corea del Norte, en el marco de un viaje a Asia.
Una manifestación a favor de la posición norcoreana con respecto a EEUU, el 9 de agosto de 2017 en la plaza de Kim Il-sung, en Pyongyang. AFP / Kim Won-jin
Corea del Norte dijo que consideraba la posibilidad de atacar con misiles balísticos de medio alcance las inmediaciones de las bases militares estadounidenses en la isla de Guam, en el océano Pacífico.
Esta remota isla, de unos 550 kilómetros cuadrados, es un puesto clave para las fuerzas estadounidenses, estratégicamente situada entre la península coreana y el mar de China Meridional. Unos 6.000 soldados se encuentran desplegados, especialmente en la base aérea Andersen y en la base naval Guam.
El gobernador de Guam, Eddie Calvo, minimizó de su lado los dichos de Pyongyang, pero señaló que el territorio está "preparado para cualquier eventualidad".
Ante el encendido intercambio verbal, Alemania pidió este miércoles "moderación" a estadounidenses y norcoreanos. Un llamado al que se sumó China, que solicitó a las partes "evitar las palabras y actos susceptibles de intensificar las contradicciones y agravar la situación".
Un soldado pasa junto a una pantalla con un mapa con la distancia entre Corea del Norte y la isla de Guam, en una estación de trenes de Seúl. AFP / Jung Yeon-Je
En tanto, el portavoz del Gobierno francés, Christophe Castaner, dijo que la reacción de Trump mostró una "determinación" que "todos los presidentes estadounidenses hubieran tenido" ante las amenazas contra su territorio.
Todo esto después de que la ONU endureciera el fin de semana las sanciones contra Corea del Norte por su programa balístico y nuclear.
Discrepancias
El contexto se agravó todavía más con las informaciones del diario The Washington Post sobre los avances militares norcoreanos.
El diario informó el martes de que el régimen norcoreano puede colocar armas nucleares en sus misiles balísticos, entre ellos los intercontinentales (ICBM), amenazando así a sus vecinos pero también al continente americano, según las conclusiones de un informe confidencial terminado en julio por la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés).
Estimación del alcance de los misiles norcoreanos. AFP / Marimé Brunengo
El Post también informó de que otra evaluación de inteligencia estimó que Corea del Norte tiene ahora hasta 60 armas nucleares, más de lo que se pensaba.
Pese a estos avances, algunos especialistas aseguran que Pyongyang aún debe superar obstáculos técnicos.
Para Siegfried Hecker, exdirector del laboratorio nacional de Los Álamos (Nuevo México), citado por el Boletín de Científicos Atómicos, Pyongyang no tiene la experiencia para lanzar "una cabeza nuclear lo suficientemente pequeña, ligera y robusta para poder sobrevivir a un envío a través de un ICBM".
Pese a las discrepancias sobre las verdaderas capacidades de Corea del Norte, en especial la de miniaturizar con éxito una ojiva nuclear para introducirla en un misil, todos están de acuerdo en que Pyongyang avanza a grandes pasos desde la llegada al poder de Kim Jong-un, en diciembre de 2011.
En julio, el régimen norcoreano lanzó con éxito dos ICBM. La primera prueba, que Kim describió como un regalo a los "bastardos estadounidenses", mostró que el cohete podía alcanzar Alaska. La segunda sugirió que el misil podría incluso llegar a Nueva York.
Trump ha dicho que Kim "ha estado muy amenazante, más allá de lo normal", y las autoridades estadounidenses han dicho en varias ocasiones que la opción militar está "sobre la mesa".
Corea del Norte dijo que consideraba la posibilidad de atacar con misiles balísticos de medio alcance las inmediaciones de las bases militares estadounidenses en la isla de Guam. AFP/Archivos / str
"Reacción desquiciada"
Tanto analistas como responsables políticos ridiculizaron las fuertes declaraciones de Trump.
"Querer superar a Corea del Norte en cuestión de amenazas es como querer superar al papa en cuestión de oraciones", declaró en Twitter John Delury, profesor en la Universidad Yonesi de Seúl.
El demócrata Eliot Engel, miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, lamentó la "absurda línea roja" trazada por Trump y que Kim Jong-un iba a atravesar inevitablemente.
"Corea del Norte es una amenaza real, pero la reacción desquiciada del presidente sugiere que podría considerar el uso de armas nucleares estadounidenses en respuesta a un comentario desagradable de un déspota norcoreano", dijo.
FUENTE: AFP