La economía española prolongó su proceso recesivo en el tercer trimestre del año con una caída del producto interior bruto (PIB) del 0,4 por ciento con respecto al trimestre anterior, informó hoy el Banco de España.
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En relación con el mismo período de 2011, la contracción del PIB español en el tercer trimestre alcanzó el 1,7 por ciento, cuatro décimas más que la caída interanual en el segundo trimestre. Tanto el gobierno español como el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevén para 2012 una contracción del PIB del orden del 1,5 por ciento.
La contracción del 0,4 por ciento en el tercer trimestre es igual a la registrada en el segundo trimestre. En los tres primeros meses, el crecimiento negativo había sido de un 0,3 por ciento.
La "economía española prolongó en los meses centrales del ejercicio la trayectoria contractiva que había iniciado un año antes, en un entorno caracterizado por el mantenimiento de condiciones financieras adversas, aunque algo más atenuadas que en el trimestre precedente", explica el banco central en su boletín trimestral.
La demanda nacional moderó su caída en el tercer trimestre, con un descenso del 1,2 por ciento, dos décimas menos que en el segundo trimestre. El Banco de España atribuyó esta evolución positiva a la anticipación de compras de los hogares ante la subida del IVA, a parir del 1 de septiembre, y al "alivio" que supuso el plan de pago a proveedores dispuesto por el gobierno sobre las cuentas de las sociedades y de los empresarios.
La entidad emisora advierte de que la desaparición del efecto de anticipación de las compras y el deterioro salarial de los empleados públicos, que perderán por primera vez su paga extra de diciembre a causa de la crisis, harán que la demanda interna reanude su trayectoria descendente en el último trimestre.
La demanda interna, según el banco central, "acumula ya un descenso de algo más de 13 puntos porcentuales desde el primer trimestre de 2008".
En cambio, la demanda exterior neta hizo una contribución positiva al PIB de 0,8 puntos porcentuales en el tercer trimestre, un leve descenso respecto al segundo trimestre como consecuencia del repunte de las importaciones.
En lo que se refiere al déficit público, el banco emisor español advierte de que posiblemente no se alcance el objetivo pactado con la Comisión Europea para este año, de un 6,3 por ciento del PIB, por lo que considera que puede ser necesario "la adopción de medidas adicionales que hagan posible su cumplimiento".
En su análisis, el Banco de España señala que el probable incumplimiento del objetivo de déficit se debe a un descenso de los ingresos fiscales a causa del deterioro de la demanda interna.
Respecto al mercado laboral, el Banco de España estima que la tasa de desempleo "podría incrementarse levemente en el tercer trimestre".
Según el último dato del Instituto Nacional de Estadística, la tasa de desempleo se situó a finales de julio en el 24,63 por ciento, el nivel más alto de toda la Unión Europea.
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Imanol Barrangú
FUENTE: Deutsche Welle
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