El Parlamento turco aprobó el jueves por la noche, tras dos días de intensos debates, una ley que recoge expresamente el derecho de los ciudadanos de cualquier minoría turca a usar su idioma materno en los tribunales. Diputados del principal partido legal kurdo, el Partido para la Paz y la Democracia (BDP, en turco), y de los partidos nacionalistas turcos se enzarzaron en violentas discusiones durante los debates. La causa fue un comentario de una diputada nacionalista turca, quien dijo que "la identidad nacional kurda no puede estar al mismo nivel que la turca", según ha comentado Evren Cevik, portavoz del BDP.
Usar el kurdo en los tribunales era una de las exigencias clave de la población kurda en Turquía, que lleva décadas pidiendo el reconocimiento de toda una serie de derechos sociales y políticos. Unos 15 millones de kurdos viven en Turquía, donde representan alrededor de un 20 por ciento de la población y conforman la minoría principal de este país.
Hasta ahora, la ley no decía nada sobre el uso de uno u otro idioma en los tribunales y los jueces podían oponerse a que un acusado se defendiera en cualquier lengua que no fuera la turca. En la práctica, los jueces no permitían a personas kurdas expresarse en kurdo, lo que alargaba indefinidamente los juicios, según ha explicado Cevik.
"Hemos apoyado esta ley pero sigue habiendo problemas: sólo se dice que el acusado podrá usar su idioma en su primera y última defensa, y si hace falta un traductor lo tendrá que pagar el acusado", ha añadido el portavoz del BDP.
NEGOCIACIÓN DE PAZ
Poder usar su idioma en la Corte fue también una de las exigencias de los cientos de presos kurdos que mantuvieron una huelga de hambre entre octubre y noviembre del año pasado. La huelga sólo finalizó gracias a la mediación de Abdullah Ocalan, líder y uno de los fundadores del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, en kurdo).
Además, esta ley llega semanas después de que el Gobierno turco anunciara que había iniciado conversaciones de paz con Ocalan, que cumple cadena perpetua en una cárcel especial desde 1999. El PKK lleva enfrentado al Estado desde 1984 y el conflicto ha costado la vida a más de 40.000 personas, la mayoría militantes kurdos y población civil. Turquía, la Unión Europea y Estados Unidos consideran al PKK una organización terrorista.
El proceso de paz se prevé largo y complicado, como pusieron de relieve los recientes asesinatos en París de tres activistas kurdas, incluyendo a Sakine Cansiz, miembro histórico y una de las fundadoras del PKK.
En Turquía, las conversaciones siguen oficialmente en marcha a pesar de la tensión y las dificultades. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, quiere que los militantes del PKK dejen las armas y abandonen el país para continuar adelante con el proceso. Por su parte, el PKK pide que el ejército cese sus operaciones contra la organización. La semana pasada, la aviación turca bombardeó hasta 50 objetivos del PKK en sus bases en el norte de Irak.
FUENTE: El País