Martes, 18 Septiembre 2012 23:00

Hermes vs. Hermes

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binner¿Qué similitudes hay entre Mitt Romney y Hermes Binner? Esta pregunta improbable nos lleva a abordar un tema capital a la hora de pensar la política: la coherencia de sus candidatos o, en el caso del actual presidente del Partido Socialista, la ausencia de ella.  Por PEDRO ARROSPIDEGARAY

 

¿Qué similitudes hay entre Mitt Romney y Hermes Binner? Esta pregunta improbable nos lleva a abordar un tema capital a la hora de pensar la política: la coherencia de sus candidatos o, en el caso del actual presidente del Partido Socialista, la ausencia de ella

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binner¿En qué nos afecta a los argentinos el resultado de las elecciones estadounidenses del próximo noviembre? Probablemente en muchos sentidos. Ahora bien: más allá del resultado, existe un factor en la presente campaña electoral norteamericana a lo que deberíamos prestarle atención como ciudadanos argentinos comprometidos con nuestra democracia: el importante papel que están tomando los llamados "verificadores de datos".

En la actual campaña presidencial, muchas opiniones y aseveraciones de los candidatos a presidente y vicepresidente republicanos, Mitt Romney y Paul Ryan, respectivamente, han sido desmentidas por los mencionados verificadores de datos y, en numerosas ocasiones, se demostró que contradecían asertos realizados por ellos mismos en otras ocasiones, como puede verse en la entretenida página web www.mittvmitt.com.

¿Es este ejercicio de corroborar los datos y verificar la coherencia de los candidatos practicado en Argentina? Desde ya que no lo es por los medios masivos de comunicación hegemónicos, pero tampoco lo es por los medios de comunicación de menor alcance. Así es que nos planteamos hacer aquí un aporte en este sentido.

Detengámonos por un momento en la figura de Hermes Binner, quien fuera el candidato más votado de la oposición en la última elección presidencial. A primera vista, y atizado por medios locales y nacionales en nada inocentes, al rafaelino se lo ve adusto, coherente y republicano. Sin embargo, cuando indagamos en posturas y declaraciones del otrora candidato presidencial, descubrimos que hay un vasto y fértil campo de inconsistencias e incoherencias. Dos ejemplos bastarán para muestra.

ALIANZAS ELECTORALES

Por más que Binner se muestre como un líder de centro-izquierda y progresista, su búsqueda de alianzas lo ha mostrado varias veces en un "tira y afloje" con figuras representativas de la derecha liberal. Pero veremos que este "tira y afloje" no era con las otras figuras per se, sino con él mismo. Si recordamos la campaña presidencial del año pasado, el 14 de Mayo de 2011 Binner dio vía libre a su aliado de entonces, el candidato de la Unión para el Desarrollo Social (UDS) Ricardo Alfonsín, para buscar un acuerdo con el colombiano Francisco De Narváez. Sin embargo, el 31 de mayo -17 días más tarde- el ex intendente de nuestra ciudad le dio un ultimátum al hijo del ex presidente: de Narváez o el socialismo. No suena muy coherente.

Más recientemente, el 3 de Septiembre de 2012, consultado Binner sobre si el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, sería "el límite" para una alianza, respondió que "no querría poner la bolilla negra sobre ningún partido", dejando abierta la puerta para un acuerdo político con aquel dirigente. No obstante, al tomar conciencia de las repercusiones negativas que sus dichos habían ocasionado en sus propias filas, tan sólo dos días más tarde el ex gobernador santafesino se desdijo y fue tajante al negar la posibilidad de una alianza con el PRO.

POLÍTICAS PÚBLICAS

Uno podría pensar que, siempre y cuando las contradicciones se limitasen a la formación de las alianzas electorales, esto no sería tan grave porque el ciudadano podría percatarse de ello y no votarlo (así lo hizo el 83% del electorado en 2011), pero, lamentablemente, esto no es así. Las contradicciones persiguen a Hermes Binner con un ensañamiento llamativo, hasta alcanzarlo en temas mucho más importantes como la nacionalización de YPF y el sistema de boleta única.

En los días previos al anuncio de la presidenta de enviar al Congreso el proyecto de nacionalización del 51% de YPF, se había rumoreado que una medida tal se pudiera llevar adelante por el gobierno nacional, pero ningún funcionario lo confirmaba. En ese marco, el domingo 15 de Abril, Binner, frente a la pregunta de un entrevistador demandando una evaluación de las intenciones de la presidenta con YPF, respondió textualmente: "Menos mal que no se produjo, porque teníamos otro juicio en el CIADI. Y los juicios en el CIADI no son por la compra-venta de un lavarropa usado, se trata de la mayor inversión que hizo España en la Argentina." Y frente a la pregunta sobre si era comprensible la reacción que llegó de España, respondió Binner: "Totalmente. Hemos visto que Pérez Rubalcaba (secretario General del Partido Socialista Obrero Español, PSOE) apoya la gestión de Rajoy en ese sentido. Esto es un problema de Estado, es gravísimo (...) nosotros sabemos lo que es tener un juicio en el CIADI, lo tenemos por el tema de Aguas. Son de una magnitud impredecible. Aguas es una propina comparado con YPF. Esos juicios, invariablemente, los perdemos." Si bien no parece una opinión muy acorde al credo del socialismo, al menos parecía tener algún sustento argumental. Sin embargo, también esa sustentación se vino abajo unos días después cuando una vez hecho el anuncio presidencial y comprobado el apoyo popular a la medida, anunció que "vamos a votar a favor de la nacionalización de YPF".

Recordemos, por último, el impulso que le dieron Binner y todo el Frente Amplio Progresista (FAP) en la primera mitad del año pasado a la implementación del sistema de boleta única en la provincia de Santa Fe. En esta cuestión el rafaelino fue un ferviente impulsor del sistema a nivel nacional, dado que, según su opinión, le daría transparencia al acto electoral, fundamentalmente por evitarse el faltante de boletas de partidos con pocos fiscales. Lamentablemente, una vez más la contradicción llegó. El 27 de agosto de 2012, consultado sobre la posibilidad de modificar la ley provincial de boleta única, Binner dijo que sólo conoce lo que trascendió en los medios pero aseguró que "ninguna ley es para siempre". Es decir, aquél caballito de batalla del FAP, que era la respuesta a todos los defectos del acto electoral, así como así, un año más tarde, pasaba a ser totalmente desacreditado, "ninguneado", como se dice frecuentemente.

La coherencia no es un atributo fácil de alcanzar en política. Podemos ver que, así como en Estados Unidos el principal candidato opositor tiene como primer escollo a sí mismo, en Argentina el candidato más votado de la oposición en la última elección tiene un problema muy similar, llamado Hermes Binner.

 

(*) Investigador de la Fundación para la Integración Federal.

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