La visita del Secretario General de Naciones Unidas a nuestro país como parte de su gira regional fue la oportunidad para resaltar los principales ejes de política exterior argentina, otorgándoles un mayor perfil a nivel regional. En este marco, la cuestión de Malvinas toma un nuevo impulso
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El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, realizó una gira por distintos países de América del Sur, la cual comenzó el día 10 de junio en Colombia. El recorrido también comprendió a Argentina, Uruguay y Brasil. La agenda de Ban Ki-moon abarcó una amplia gama de temas a tratar con cada uno de los países visitados y con la región en general, tales como la promoción de los Derechos Humanos, la protección del medio ambiente y la participación en las Misiones de Paz de las Naciones Unidas, entre otros.
No obstante, Ban tiene objetivos adicionales a sus funciones como secretario de ONU, intentando con esta gira reunir los apoyos necesarios para conseguir su reelección al frente del organismo mundial, para el período 2012-2016. Así lo dio a conocer el propio secretario a principios del mes de junio, al enviar una carta a la Asamblea General y al Consejo de Seguridad para que se lo considere como candidato.
El primer país a visitar fue Colombia, donde Ban Ki-moon mantuvo una reunión con su presidente, Juan Manuel Santos. El eje del encuentro giró en torno a la firma de la "Ley de Victimas y Restitución de Tierras", una iniciativa que pretende reparar a las más de cuatro millones de victimas del conflicto armado que azota al país desde hace 50 años. Además, dicha legislación apunta a devolver más de dos millones de hectáreas a campesinos colombianos quienes habían perdido sus tierras, al verse afectadas por el abandono forzado o el despojo.
Una vez en Argentina, el secretario general se reunió con la Presidente, Cristina Fernández de Kirchner, y logró conseguir el ansiado respaldo argentino para sostener su candidatura al interior del organismo. "Vemos con beneplácito su reelección al frente de las Naciones Unidas" manifestó la mandataria. Por su parte, Ban Ki-moon resaltó el rol que ejerce Argentina al interior del G-20 y del G-77 más China, el cual es presidido actualmente por nuestro país, en la búsqueda de consensos en materia de desarrollo sustentable. Asimismo, destacó el compromiso del gobierno con los Derechos Humanos y los avances que se dieron en relación a políticas sobre salud materna y educación primaria universal.
Sin embargo, el desarrollo de la audiencia estuvo marcado por el histórico reclamo argentino por las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes. La presidente aprovechó la vista para manifestar la aspiración argentina de que Naciones Unidas se comprometa en lograr que Gran Bretaña cumpla con la Resolución 2065 de ONU, la cual insta a las partes a negociar conjuntamente. En este sentido, la presidente afirmó: "las resoluciones de la ONU deben ser aceptadas por todos, por los países emergentes y más aún por los desarrollados, porque cuanto mayor poder se tiene, siempre mayor es el grado de responsabilidad". A lo cual agregó, "es hora de que los países que tienen un lugar importante por formar parte del Consejo de Seguridad o del G-8 convenzan al resto del mundo de que ellos también están sujetos a las normas de las Naciones Unidas, si no ese multilateralismo resulta muchas veces algo de doble estándar".
Las impresiones que se desprenden de la gira de Ban Ki-moon hasta el momento, permiten observar que los países de Latinoamérica –y la Argentina en particular– destacan el rol central de las Naciones Unidas en defensa del multilateralismo y la solución de los conflictos en forma pacífica y negociada, aunque se continua abogando por una reforma del Consejo de Seguridad acorde al sistema internacional actual y por la observancia del Derecho Internacional; elementos nada despreciables para los países que presentan menores cuotas de poder a la hora de sentase a negociar frente a los países centrales.
Ecos de la Visita
Sorpresivamente, las declaraciones realizadas frente a la máxima figura de la ONU en torno a Malvinas, sumadas a la iniciativa por parte de la Organización de Estados Americanos, para que Inglaterra se siente a negociar con Argentina por una solución al conflicto de la soberanía de las Islas –iniciativa que tuvo lugar la semana pasada– provocaron una abrupta reacción en el Primer Ministro inglés, David Cameron, ante el Parlamento británico, quien dijo que "mientras las Islas Malvinas quieran ser territorio soberano británico deben seguir siendo territorio soberano británico. Punto. Final de la historia".
¿Fin de la historia? Es imposible no preguntarse, ante tal reacción, si no es el Reino Unido quien debe poner fin, unilateralmente y en un claro incumplimiento del Derecho Internacional, a una controversia histórica que se sustenta hasta el día de hoy en una situación de hecho, originada por la fuerza.
Por su parte, la Cancillería argentina no tardó en expresar que "la actitud británica evidencia una falta de respeto al derecho internacional que ese país ha venido demostrando en relación con la persistencia de una anacrónica situación colonial que agravia no sólo a la República Argentina, sino también a la región en su conjunto, tal como lo demuestran las múltiples manifestaciones de preocupación por la situación planteada, emitidas por la OEA, Mercosur, Grupo Río, Cumbre Latinoamericana y del Caribe y la Unasur".
En este sentido, el Gobierno argentino reiteró "su disposición permanente a reanudar las negociaciones con el objeto de poner fin a esta disputa de soberanía, tal como lo solicitan las Resoluciones de las Naciones Unidas y la comunidad internacional en su conjunto".
Así, la importancia del margen de maniobra del que pueden disponer los países en desarrollo y emergentes dentro de foros y organismos multilaterales –sobre todo Naciones Unidas– es de gran importancia para hacer escuchar sus reclamos y valer sus derechos, y en esta oportunidad Argentina no desconoce sus posibilidades para continuar con su reclamo.
(*) Analista Internacional de la Fundación para la Integración Federal
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