Con el correr de los meses se hace cada vez más evidente que la actual situación de las finanzas provinciales no es un hecho aislado sino es el resultado de un proceso de desmanejo constante de las cuentas públicas. Para afrontar el rojo, el gobernador envió un nuevo pedido de emisión de deuda para paliar el problema sin atacar el asunto de fondo.
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El gobernador Antonio Bonfatti anunció que enviará a la Legislatura provincial un proyecto que permitiría al Estado santafesino emitir deuda por u$s 500 millones para financiar obras públicas que incluirá la creación de una comisión bicameral de seguimiento de las cuentas de inversión pública.
Si bien se anticipó el monto por el que se pedirá autorización el PE, no se precisó cuales serían las obras a las que se destinarían los fondos.
El gobierno tuvo finalmente que reconocer los inconvenientes que tiene que afrontar las obligaciones económicas y financiar el normal funcionamiento del Estado provincial. Expresamente dijo Bonfatti que "no hay dinero para nada", que hoy por hoy hay algunos retrasos por ejemplo en el pago a jubilados, que el problema se debería afrontar en diciembre, cuando además de los sueldos haya que abonar aguinaldos.
Se argumentó además desde el PE provincial, que la única manera de sostener la obra pública es con financiamiento externo al tesoro porque el dinero presupuestado para tal fin se necesita ahora para pagar sueldos y sostener servicios esenciales, como salud, seguridad y justicia.
La decisión de transferir gastos de capital, aprobados presupuestariamente, a la financiación de gastos corrientes no ha sido coyuntural durante los 4 años y medio de gestión socialista. Todo lo contrario, ha sido sistemática.
En distintas ocasiones hemos demostrado la abrupta caída de la inversión provincial en infraestructura. Muestra de ellos es si miramos la reducción de la participación de los gastos de capital en el total del gasto público del estado provincial y la subejecución de partidas de gastos de capital que terminaban reorientándose a gastos corrientes.
En el año 2003, por cada 100 pesos que gastaba el gobierno provincial, 6 se destinaban a gastos de capital, esto es, básicamente, a obras públicas e infraestructura. Se llegó al año 2006, donde por cada 100 pesos que gastaba la Provincia 15 pesos se destinaban a obras de infraestructura.
Desde 2008 la situación cambió. Por ejemplo, entre enero y junio de 2012, de cada 100 pesos que gasta el gobierno provincial, sólo 5 van orientados a la obra pública. Pero hay un dato más que hace todavía más grave esta situación: dentro de esos 5 pesos de cada 100 que Bonfatti y Sciara destinan a obras públicas están computados los recursos que llegan a través del Fondo Federal Solidario (FFS), conformado a partir de la decisión de Cristina Fernández de Kirchner de transferir a las provincias el 30 % de lo recaudado por derechos de exportación de la soja y que hay una Ley que obliga a gastar estos fondos exclusivamente en gastos de capital. Si retraemos el FFS, solo el 3,5% es gasto en capital por decisión política provincial.
Año tras año, los gobiernos socialistas provocaron una brutal transferencia de gastos de capital a gastos corrientes. A lo largo de los 4 años de gobierno de Binner, se sub ejecutaron partidas destinadas a gastos de capital por 3.733 millones de pesos, a un ritmo promedio del 36,33 % por año. El 2009 fue el peor año: sólo se ejecutó 1 de cada 2 pesos previstos para obras de infraestructura. La mejor performance fue en el año 2011: se ejecutaron el 75 % de las partidas presupuestadas para gastos de capital.
Si consideramos que el pedido de autorización de la emisión de deuda para financiar gastos de capital es de u$s 500 millones que anunció el gobierno, tomando al tipo de cambio oficial de $4,60 pesos por dólar, arrojaría que se destinarían $ 2.300 millones a obras públicas.
En el Presupuesto provincial 2012 se autorizaron gasto de capital por $ 3559,6 millones y en lo primeros 6 meses solo se ejecutaron $ 764 millones, es decir, soló el 21 %.
Aun gastando los $ 2.300 millones que se autorizarían más los $ 764 millones, se alcanzará a ejecutar el 85% del total de gastos de capital presupuestados.
Pero en realidad ni siquiera se alcanzará al 85% porque según dichos de los funcionarios provinciales el permiso de emisión de deuda es para ser tomada a lo largo de varios periodos y no solamente sobre le corriente año.
Hay que reconocer que la gestión presente esta pagando los desajustes de la gestión anterior. Por solo mencionar algunos datos, en 2008 comparado con 2007 el gasto total de la provincia se incrementó un 42%. Mismo comportamiento tuvo el gasto para 2011 respecto a 2010, aumentó un 43% cuando los ingresos solo lo hicieron un 33%.
También hubo un incremento del peso de los gastos corrientes sobre el total de gastos. En 2007 los gastos de capital representaban el 10,80% del total, en 2011 el 7,6% y en lo que va de 2012 soló el 4,6%.
Además, la provincia ha sido deficitaria desde 2008 hasta la fecha, con la excepción del año 2009.
La necesidad de que sea aprobado el proyecto que autoriza la emisión de deuda esta muy relacionado con los problemas que ha venido enfrentado el gobierno de Bonfatti desde sus inicios.
No debe olvidarse que el PE en mayo ya había enviado un pedido de autorización para endeudarse a corto plazo con la emisión de Letras por 556 millones de pesos.
Además el mismo mes se envió el proyecto mal denominado de Reforma Tributaria. Siendo realmente soló un impuestazo, una aumento de las alícuotas del impuesto inmobiliario rural y urbano e Ingresos Brutos.
A lo largo de 2012, a diferencia de los dichos del actual gobernador, no es el año donde "se está rascando el fondo de la olla" sino es el año donde "la olla se destapó".
(*) Licenciado en Economía. Economista de la Fundación para la Integración Federal (FUNIF)