Miércoles, 04 Junio 2014 14:25

Argentina, Un Actor Central de la Cooperación Sur-Sur Regional

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El pasado mes de mayo se presentó en México el Séptimo Informe de Cooperación Sur-Sur en Iberoamérica 2013-2014 que se señala que Brasil, México y Argentina se han consolidado como los tres principales oferentes de cooperación a nivel regional habiendo ejecutado el 70% de las iniciativas registradas en el año 2012.

La séptima edición “Informe de Cooperación Sur-Sur en Iberoamérica 2013-2014”, realizado por la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y el Programa Iberoamericano de Fortalecimiento de la Cooperación Sur-Sur (PIFCSS), sistematiza la cooperación Sur-Sur iberoamericana ejecutada en el año 2012.

Entre los principales resultados se señala que de los 506 proyectos bilaterales regionales, prácticamente el 90% fueron ofrecidos por Brasil, México, Argentina, Chile y Colombia, y que entre los receptores se destacan Ecuador, principal receptor con un 13% y El Salvador, Bolivia y Paraguay con un 8% cada uno aproximadamente. Habiendo participado como receptores todos los países latinoamericanos, la distribución de proyectos fue más equitativa que en años previos.

De acuerdo a la materia de la cooperación, es importante observar que el 45% de los proyectos tuvieron como objetivos fortalecer las capacidades relacionadas con las economías nacionales, destacándose los proyectos orientados a la promoción de los sectores productivos. La segunda materia importante, con un 27.1%, fue la social, en tanto el fortalecimiento institucional estuvo en tercer lugar con el 14.4%. El abanico del resto de temas abordados fue amplio, con iniciativas medioambientales y sobre los modelos de desarrollo.

En cuanto al lugar de Argentina en el esquema, como oferente ejecutó 94 proyectos (de los 506 totales) y 45 acciones, principalmente con Bolivia, Ecuador, Paraguay, Venezuela y Uruguay. En tanto como receptor participó en 21 proyectos y 4 acciones (lo cual representó un 7.4% del total  recibido a nivel regional) con Brasil, Venezuela y México. La diferencia entre proyectos y acciones radica en que en las segundas son actos puntuales, de corta duración, y  los primeros son un conjunto de tareas programadas y vinculadas entre sí que se desarrollan a lo largo de un período de tiempo determinado con un objetivo común. En cuanto a los sectores a los cuales fue dirigida la cooperación argentina, sobresale el productivo con orientación agropecuaria seguido por el social y luego por el institucional.

En relación a la agenda Post-2015 de la cooperación al desarrollo internacional, los 20 representantes iberoamericanos participantes del PIFCSS, al cual se sumó Brasil en el año 2013, destacaron la oportunidad de incorporar el diálogo entre lo global y lo local, entre la garantía de lo universal y el respeto a la pluralidad. Asimismo, plantearon adoptar enfoques transversales que crucen las problemáticas del desarrollo y la superación de las condiciones de pobreza. En este sentido, subrayaron muy fuertemente la necesidad superar los criterios en base al PBI en la definición de las prioridades para la cooperación al desarrollo, sobre todo desde la Ayuda Oficial al Desarrollo que proviene del Norte, y la importancia de escalar el aporte del Sur a través de las modalidades horizontales y triangulares.

En este punto, se subraya que en 2012, se impulsaron 77 proyectos y 55 acciones triangulares en la región. Los principales socios oferentes del Sur de esta modalidad fueron Chile, con el 44% y México con el 31%, seguidos por Colombia y Brasil, y del Norte sobresalieron Alemania, Japón, Estados unidos y Australia, presentes en dos tercios de los proyectos. Los receptores primarios de este tipo de cooperación fueron Paraguay, Guatemala, El Salvador y Honduras.

Por otra parte, han sido valiosas las novedades metodológicas presentadas en el informe con relación a las ediciones anteriores y que están relacionadas con el uso de técnicas estadísticas e indicadores para la cooperación Sur-Sur. Esto se debe principalmente a que uno de los mayores puntos pendientes de este tipo de cooperación es la falta de registro de datos y homogeneidad entre los mismos, lo cual reduce las posibilidades de analizar en profundidad las tendencias y realizar estudios comparativos. De aquí la importancia de los pasos dados por la SEGIB que desde el año 2009 a través de su PIFCSS aporta herramientas para la consolidación de los mecanismos cooperativos Sur-Sur.

Desde la Dirección General de Cooperación Internacional de la Cancillería Argentina, de donde depende el Fondo Argentino de Cooperación Sur-Sur y Triangular (FO.AR), se han resaltado las coincidencias con los países de América Latina y el Caribe con respecto a los principios y características de la Cooperación Sur-Sur y se ha reconocido que el creciente peso de la misma en la región requiere un esfuerzo de conceptualización y medición que permitan dimensionarla y posicionarla en el régimen de cooperación al desarrollo internacional. 

 
 
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