Durante su campaña electoral, Mauricio Macri había articulado sus propuestas alrededor de tres cuestiones fundamentales: la intención de unir a los argentinos, ganarle la guerra al narcotráfico y lograr la Pobreza Cero. A un año de su triunfo en las elecciones presidenciales, los tres consultores entrevistados hicieron una revisión de lo que sucedió con estas promesas.
Lucio Guberman destacó que “los gobiernos se evalúan por lo que efectivamente hacen y no por lo que prometieron”. En particular se detuvo a examinar el caso de la consigna de la Pobreza Cero. En su opinión, de los tres ejes propuestos por el macrismo, éste es el que precisamente cuenta con más instrumentos de política pública para poder concretarse, pero en la práctica encuentra serias limitaciones si se tienen en cuenta las medidas que fueron impulsadas desde el gobierno. Expresó, sobre esta cuestión, que “se hizo mucho énfasis en políticas de Pobreza Cero pero estamos lejos de ellas en la práctica”.
La consigna de Pobreza Cero, más allá de las altas expectativas que genera de por sí, resulta llamativa cuando en la práctica lo que se ha puesto en evidencia es un aumento de este índice. En opinión de Guberman, esta promesa no era creíble y sobre todo si se repara en el sesgo de este gobierno más bien orientado a las Teorías del Derrame y a la interpretación del salario como un costo laboral. Añadió que “debe haber un relanzamiento de las consignas del gobierno porque si no la Pobreza Cero deja altas las expectativas”.
En otro orden de cuestiones, Analía del Franco, de la Consultora Analogías indagó acerca de la cuestión de la imagen del Presidente y expresó que “la curva de aceptación en ascenso del gobierno se extendió hasta marzo, abril y luego de estabilizó”. Analizó que en la sociedad se ponen de manifiesto tensiones entre el diagnóstico crítico de la sociedad sobre la situación general del país, especialmente por temas de inseguridad e inflación, y entre el apoyo que efectivamente se le da al gobierno. Del Franco destacó que la situación económica se torna determinante y que indudablemente va a influir en el voto de las elecciones legislativas de 2017.
El sociólogo y consultor Ricardo Rouvier, por su parte, expresó que “las promesas de campaña de Mauricio Macri estuvieron muy lejos de la realidad en el primer año”. Efectivamente, el panorama socioeconómico adquirió un cariz distinto al que respondían las promesas electorales. De hecho, a pesar de las expectativas de la sociedad, el consumo y el empleo cayeron sustantivamente. De acuerdo con Del Franco, Rouvier puso el acento en las cuestiones económicas. Afirmó al respecto que “si la situación económica no mejora, las elecciones del año que viene van a ser complicadas para Macri”.
Rouvier subrayó con respecto a la oposición que no hay una alternativa lo suficientemente poderosa como para anclar una expectativa y castigar en las elecciones del 2017, lo cual se convierte en un factor compensador para la actual gestión. Mientras que por una parte, un sector del electorado mantiene una dosis de confianza en la recuperación económica, otro, más desesperanzado, no encuentra por el momento una alternativa nacional.
El consultor declaró que Cambiemos tiene dos objetivos de cara a las elecciones legislativas del próximo año: ganar terreno en el Congreso Nacional y salir aprobado de la evaluación de medio término. Rouvier no se demostró tan concluyente porque consideró que se trata de una situación de medianía donde el gobierno todavía tiene un crédito, pero que éste, indudablemente, no es el mismo del año pasado. “No se sabe hacia dónde se va a ir la tendencia”, opinó, pero lo cierto es que la oposición fragmentada ayuda mucho al oficialismo.