Turquía volvió a vivir hoy otra jornada de protestas sociales y represión de la Policía por cuarto día consecutivo, razón por la cual la principal central sindical del país convocó para mañana a una huelga por 48 horas contra el exceso policial.
La situación adquirió tal gravedad, que el presidente, Abdullah Gül, aceptó entrevistarse hoy con Kemal Kiliçdaroglu, dirigente del opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP), al que se acusa de estar fomentando las protestas, informó la cadena NTV.
Esta anunciada reunión llega en un momento crítico y horas después de que el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, dejara el país para una visita oficial a Marruecos y Túnez, que durará cuatro días.
"Hay que respetar a todos, hay que cumplir las reglas. La democracia no son sólo las elecciones. Hemos entendido el mensaje", dijo el presidente, en un llamativo contraste al discurso del primer ministro, quien poco antes había calificado las protestas de "brotes extremistas", y acusó al CHP de alentarlas.
"Vivimos en una sociedad abierta y hay que mostrar respeto hacia todas las opiniones, visiones e ideas políticas diferentes", recalcó Gül, al tiempo que subrayó el rol de la Judicatura como suprema instancia de decisión.
DOS DÍAS DE PARO
Frente a esta situación de creciente violencia, el secretario general de la Confederación de Sindicatos de Trabajadores Públicos (KESK), Ismail Hakki Tombul, anunció dos días de huelga a partir de mañana y anticipó que solicitó a otros sindicatos que se unan a las protestas.
"Desde hace siete días la gente está en la calle y los sindicatos deben de jugar también su papel en esto", agregó, sumando las tres jornadas primeras en la que la protesta popular no fue reprimida.
La "huelga de advertencia" anunciada por el sindicato en un comunicado, se justifica por "el estado de terror que se ha aplicado contra las multitudinarias protestas" de los últimos días.
Esta confederación de sindicatos está conformada por once organizaciones obreras y cuenta con más de 200.000 afiliados.
En tanto, el ministro del Interior turco, Muammer Guler, señaló que 939 personas fueron detenidas en las más de 90 protestas que se realizaron.
PALOS Y GASES
Las fuerzas antidisturbios turcas emplearon hoy gases lacrimógenos contra cientos de manifestantes que trataban de reunirse en la céntrica plaza Kizilay de Ankara, informaron los medios locales.
La intención policial fue evitar que los manifestantes, en su mayoría jóvenes, se concentran en esa plaza que ya fue escenario de enfrentamientos violentos en la noche de ayer, informó la agencia de noticias EFE.
Según el portal digital Sendika, que informa en tiempo real sobre las protestas, la policía también habría empleado balas de goma para tratar de dispersar a los manifestantes.
Algunas calles de la capital turca están bloqueadas por las barricadas levantadas por los manifestantes, mientras que la ruta principal desde la localidad de Eskisehir a Ankara fue bloqueada por estudiantes de dos universidades que tienen sus campus fuera de la ciudad.
MUERTOS Y HERIDOS
Según Amnistía Internacional dos personas murieron durante las manifestaciones, aunque no existen otro tipo de precisiones al respecto, por lo que la información no pudo ser confirmada.
Asimismo, un médico de uno de los hospitales en los que se refugiaron varios manifestantes señaló a la agencia EFE que los heridos "por la brutalidad policial" se cuentan por centenares.
La confrontación entre activistas y el gobierno turco comenzó en el pequeño parque de Gezi, una zona arbolada de tres hectáreas situada junto a la plaza de Taksim, centro neurálgico del lado europeo de Estambul.
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Rafael Pansa
FUENTE: Telam