La Organización de las Naciones Unidas expresó el martes su profunda preocupación por lo que dijo era un clima de miedo en Venezuela, tras los controvertidos resultados de las elecciones presidenciales del país.
El alto responsable de derechos humanos de la ONU, Volker Turk, dijo que estaba preocupado por el alto y continuo número de detenciones arbitrarias, así como por el uso desproporcionado de la fuerza.
"Es especialmente preocupante que tantas personas estén siendo detenidas, acusadas o imputadas ya sea por incitación al odio o en virtud de la legislación antiterrorista. El derecho penal nunca debe utilizarse para limitar indebidamente los derechos a la libertad de expresión, reunión pacífica y asociación", dijo Turk en un comunicado.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió el lunes que el Estado utilice "mano dura" tras las mortales protestas en respuesta a su reelección, que fueron desestimadas en el país y en el extranjero como una farsa.
Mientras la cifra oficial de muertos en las protestas subía a 25, Maduro pidió una "justicia severa" por la violencia que atribuye a la oposición, que insiste en que su candidato Edmundo González Urrutia ganó las elecciones del 28 de julio por una mayoría aplastante.
La oficina de derechos humanos de la ONU dijo que, según declaraciones oficiales, más de 2.400 personas han sido arrestadas desde el 29 de julio.
La cifra incluye la detención arbitraria de manifestantes, defensores de derechos humanos, adolescentes, personas con discapacidad, miembros de la oposición o personas percibidas como relacionadas con ellos, así como personas que sirvieron como observadores electorales acreditados por partidos de oposición en los colegios electorales, dijo la oficina de Turk.
Algunos de estos casos equivaldrían a desapariciones forzadas, agregó.
"Pido la liberación inmediata de todas las personas que han sido detenidas arbitrariamente y garantías de un juicio justo para todos los detenidos", dijo Turk, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos.
"El uso desproporcionado de la fuerza por parte de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y los ataques a los manifestantes por parte de individuos armados que apoyan al gobierno, algunos de los cuales resultaron en muertes, no deben repetirse".
Otras preocupaciones que inquietan al Alto Comisionado es la posible adopción de una ley que criminaliza a las ONG u otra destinada a perseguir alusiones fascistas, ya que teme que puedan servir en última instancia para “minar el espacio cívico y democratico” en el país sudamericano.
FUENTE: Voz de America