Miles de hombres, mujeres y niños, muchos de ellos escapando de la guerra civil en Siria, siguieron llegando desde el este, sin que las autoridades impidieran el tránsito de los inmigrantes indocumentados hacia Alemania, el destino que muchos prefieren.
El flujo de personas es una crisis para la Unión Europea, que ha eliminado los controles fronterizos entre los 26 países del área Schengen, pero que pide a quienes buscan asilo que lo soliciten en el primer país de la Unión Europea al que lleguen, algo que los inmigrantes usualmente ignoran en su tránsito desde la periferia de continente hacia los estados más prósperos.
Merkel, cuyo país espera recibir unos 800.000 inmigrantes este año, la cifra mayor en toda la UE, dijo que la crisis puede destruir el principio de libertad de movimiento en Europa, incluido en el acuerdo de Schengen.
La policía austriaca dijo que sólo quienes no hubiesen solicitado asilo en Hungría podría pasar por el país, en línea con la regulación europea, pero la magnitud de la presión migratoria se impuso y se permitió que los trenes siguieran su marcha.
"Gracias a Dios nadie nos pidió el pasaporte (...) Si no hay policía, no hay problemas", dijo Khalil, un profesor de inglés de 33 años de la ciudad siria de Kobani, mientras su esposa llevaba a su hija enferma tosiendo por la estación de Viena.
Khalil narró cómo compró boletos para el tren en Budapest con dirección a la ciudad alemana de Hamburgo, agregando que está seguro de que tendrá una mejor bienvenida allí tras deambular por los Balcanes y Hungría.
"Los sirios llaman a (la canciller Angela) Merkel 'Mamá Merkel'", dijo, en referencia a la respuesta relativamente compasiva a la crisis migratoria hasta el momento.
Merkel, cuyo país espera recibir unos 800.000 inmigrantes este año, la cifra mayor en toda la UE, dijo que la crisis puede destruir el principio de libertad de movimiento en Europa, incluido en el acuerdo de Schengen.
"Si no distribuimos con justicia a los refugiados, entonces por supuesto que el asunto de Schengen estará en la agenda para muchos", dijo en una rueda de prensa en Berlín.
Sin embargo, no es seguro que su posición se imponga cuando los ministros de la Unión Europea se reúna por la crisis el 14 de septiembre.
Reino Unido, que está fuera del área Schengen, dice que el sistema de fronteras libres es parte del problema, pero un bloque de países centroeuropeos se oponen a cualquier plan que imponga cuotas.
Muchos de los que llegaron en la noche del lunes a la estación de ferrocarriles de Viena corrieron de inmediato para subirse a trenes que van hacia Alemania, mientras los policías miraban sin intervenir.
En Munich, en el sur de Alemania, la policía dijo que unos 400 inmigrantes llegaron en un tren procedente desde Hungría y que cruzó Austria.
"Hay reportes de al menos uno o dos trenes más (...) están viniendo con un total de 300, 400 ó 500 refugiados", dijo a Reuters TV el oficial de policía Juergen Vanselow.
Hombres, mujeres y niños sonreían con alivio al llegar a territorio alemán donde la policía los conducía a un edificio para registrarlos. Desde ahí eran llevados en buses a un centro de acogida en el norte de la ciudad.
Mohammad al-Azaawi de 18 años dijo que dejó sus estudios de ingeniería en Siria y huyó del país tras ser herido por un coche bomba. El inmigrante mostró cicatrices en su estómago a periodistas.
Su hermano Ahmed dijo que pagaron 3.000 euros (3.365 dólares) para poder viajar atravesando Turquía, Grecia, Macedonia, Serbia, Hungría y Austria.
"Escapamos a una muerte en Siria. Queremos quedarnos para tener un futuro mejor", dijo.
RELEVAMIENTO Y EDICION: Maria Belen Serra
FUENTE: Reuters