Jueves, 05 Enero 2012 14:57

Rusia, Putin y la Primavera Árabe

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putinLos resultados de las recientes elecciones legislativas en Rusia han generado una serie de protestas multitudinarias en las que se denuncia un supuesto fraude del partido de gobierno. El primer ministro y candidato presidencial Vladimir Putin es el foco de estas protestas a las que desde Occidente se apresuran en denominar como un efecto más de la Primavera Árabe

 

Los resultados de las recientes elecciones legislativas en Rusia han generado una serie de protestas multitudinarias en las que se denuncia un supuesto fraude del partido de gobierno. El primer ministro y candidato presidencial Vladimir Putin es el foco de estas protestas a las que desde Occidente se apresuran en denominar como un efecto más de la Primavera Árabe

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protestas_rusiaEl ex presidente y actual primer ministro ruso, Vladimir Putin anuncio hace dos meses atrás que él sería el candidato del partido gobernante Rusia Unida para las elecciones presidenciales previstas para marzo del 2012. En ese momento, todo parecía indicar que el camino hacia el Kremlin iba a ser sencillo y sin sobresaltos. Pero los sucesos ocurridos luego de las elecciones legislativas del pasado 4 de diciembre demostraron que ese camino no será tan fácil.

Después de darse a conocerse que Rusia Unida había logrado la victoria en los comicios legislativos –y tras las denuncias de fraude realizadas por partidos opositores y varios observadores internacionales– la gente salió a las calles en Moscú y otras ciudades para exigir la anulación de los resultados de los comicios. Desde la disolución de la Unión Soviética no se habían visto protestas tan multitudinarias en Rusia, lo que provocó cierto asombro en el propio país y también en la comunidad internacional.

Así como los pueblos de Túnez, Egipto, Libia, Yemen y Siria salieron a las calles para pedir una mayor democratización en algunos casos, o para poner fin a dictaduras de larga data en otros, el pueblo ruso se hizo eco de esas manifestaciones y se animó a ocupar las calles en la capital y otras ciudades rusas. Estas protestas reflejaron el descontento popular hacia el mismo Putin, Medvedev y la fuerza política a la que ambos pertenecen.

Una Victoria Con Sabor A Poco

A pesar de la victoria del partido gobernante Rusia Unida, el hecho de que obtuviera apenas el 50% de los votos ha generado cierta preocupación al interior del propio partido. Los resultados de estos comicios marcan una pérdida del casi 20% en el número de bancas con respecto a la anterior Legislatura.

Antes de las elecciones, el partido confiaba en lograr más del 60% de los votos como ocurrió en el año 2007 donde obtuvo el 64.3% de los votos, lo que le permitió ganar 315 escaños en la Duma, sobre un total de 450. Pero, por el contrario, sólo logro obtener 238 diputados, ocasionando así la pérdida de la mayoría cualificada de dos tercios, necesaria para tratar cuestiones importantes como, por ejemplo, el de una posible reforma constitucional.

En segundo y tercer lugar quedaron el Partido Comunista, con un 19,1%, y la formación socialdemócrata Rusia Justa, con un 13,2%, seguido del partido Liberal Democrático de Vladimir Zhirinovski, con un 11,6%.

Ante el retroceso de Rusia Unida en las urnas, miembros del propio partido atribuyeron el descenso de los sufragios al contexto de crisis económica internacional. Así, el ahora ex presidente de la Duma, Boris Grislov, comparó los resultados con los obtenidos por los partidos gobernantes en Reino Unido, España y Portugal, que también sufrieron derrotas electorales.

¿Puede explicarse que la caída de la popularidad del partido Rusia Unida se debió a motivos económicos? Si comparamos la situación económica de ahora con la del 2007 vemos que el factor económico ha sido influyente. En aquel año, cuando se celebraron los comicios, la economía mantenía un gran crecimiento de la mano de los altos precios del petróleo y del gas.

Hoy, la situación es otra. La crisis económica y financiera mundial que golpea a los países del primer mundo provocó repercusiones en casi todo el planeta. Y Rusia no fue inmune a ello. La inflación en ese país es del 8% y su PBI creció un 3.8% en 2010 y 4.1% en 2011, registrando así un descenso de su crecimiento económico en comparación con el registrado entre los años 2004 y 2009 que fue de un 7%.

La inestabilidad social y económica ha provocado la pérdida de confianza de la población, que ha salido a las calles para demostrar su descontento. Antes, cuando la economía rusa crecía gracias a los precios de los commodities, los problemas de corrupción y las diferencias sociales entre ricos y pobres eran dejados en un segundo plano. El sentimiento de optimismo y patriotismo imperaba y el principal interés de la población era mejorar su nivel de vida. Pero los efectos de la crisis económica se hicieron sentir. Actualmente, las prioridades son otras. Un fuerte pesimismo reina entre el pueblo ruso, que teme por la inestabilidad de sus ingresos y ya no confía tanto en el gobierno como lo hacía antes.

Pero, y a pesar de que la crisis económica puede ser una de las causas que explican la ola de protestas en Rusia, no es la única. A 20 años de la caída de la Unión Soviética y luego de una década en el poder del partido gobernante Rusia Unida, el pueblo ruso parece estar cansado del monopolio del poder de ese partido.

Detrás de las exigencias para pedir la anulación de las elecciones legislativas, se esconde un descontento profundo de la población con Putin y con las políticas implementadas hasta el momento. Aunque nadie duda que el actual primer ministro logre su tercer mandato en los comicios de marzo, estas protestas han marcado un punto de inflexión en este país. Los vientos de cambio que comenzaron a manifestarse en diciembre del año 2010 en Túnez y que se han extendido por los países vecinos, parecieran haber llegado un año después, tímidamente, a Rusia.

Habrá que ver qué pasa en estos meses previos a las presidenciales. Por ahora, la situación se presenta algo complicada para Putin, Medvedev y su partido.

 

(*) Licenciada en Relaciones Internacionales. Analista Internacional de la Fundación para la Integración Federal

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