Así, entre las nuevas ampliaciones a actividades consideradas esenciales y las medidas de prevención que repetimos hasta memorizarlas, nos encontramos con la tarea de aprender sobre el adecuado uso de los cubre bocas o barbijos, elemento que es obligatorio a partir de estos días.
La buena noticia es que el gran esfuerzo del confinamiento logró no sólo reducir la cifra de casos, si no también ralentizar la velocidad de los contagios. La única vacuna, sigue siendo por el momento, el aislamiento social.
El acuerdo social
Con un alto nivel de adhesión ingresamos a una segunda etapa del confinamiento. Pese al pedido de flexibilización de distintos sectores empresariales y sindicatos, la gestión de Alberto Fernández decidió continuar con las medidas de confinamiento, ampliando las excepciones a unos pocos sectores sociales y económicos considerados esenciales.
“Mi preocupación, ya lo saben, no es el gasto público ni la pérdida de producción, sino la salud de los argentinos”, nos aclaró el presidente en una clase digna de aula universitaria.
Pero además, contemplando que la cuarentena tal como se estableció hasta el momento, no puede mantenerse de manera indefinida en la totalidad de las realidades del territorio, tanto el gobierno nacional, como los médicos y epidemiólogos están trabajando junto a los gobiernos provinciales para evaluar la posibilidad de liberar progresivamente el aislamiento social preventivo y obligatorio en lugares específicos del país que no han presentado casos positivos de Covid-19. Una apertura de la cuarentena que se dará a prueba y (esperemos que no) error.
La mala noticia: el pronóstico de recesión
Dejando la mala noticia para después, nos toca hablar de la reciente previsión del FMI para el 2020. Según la misma, nuestro país profundizará la recesión experimentando una caída de la economía en un 5,7% llevando la cifra del desempleo al 11%. Datos que lamentablemente eran esperables en el contexto de la grave crisis que nos está dejando la pandemia; una crisis global considerada “la más dura de los últimos 90 años” y cuyas consecuencias (que ya se discuten) se sentirán sin dudas en la transformación de la economía mundial, en sus dimensiones de producción y comercialización, en magnitudes que todavía se desconocen.
Bonus track económico: nuevos anuncios sobre la reestructuración de deuda
Como bien sabemos la pandemia nos agarró a los argentinos en un período complejo en el que nos estábamos embarcando en la tarea titánica de reestructurar parte de la vergonzante deuda contraída con el FMI. Es por ello que si bien se logró establecer el monto establecido para tal reestructuración (68.842 millones de dólares), el cronograma de negociaciones se suspendió debido a la precipitación de los hechos vinculados a la crisis sanitaria global. Sin embargo, la gestión del Ministro Guzmán (quien ni en sus peores pesadillas se podría haber imaginado en la tarea de reestructurar una deuda con el FMI en el medio de una pandemia) continuó en sus exigentes obligaciones. En horas de la tarde de este Jueves 16, finalmente se espera que se de el anuncio sobre la propuesta de pago a los bonistas, un anuncio ya adelantado por Alberto Fernández días atrás, cuando en una entrevista reafirmó la voluntad argentina de pagar la deuda contraída, siempre que se alcance una oferta sostenible.
Mientras tanto, el Ministro de Economía se pliega a la iniciativa del G-20 de suspensión de pagos de deuda para los países mas pobres, solicitando que se incluya también la deuda con los acreedores privados en los casos que sea necesario. Restará esperar entonces la difusión de los pormenores de la estrategia alcanzada por los ministros de finanzas miembros de tal foro.
China no exporta sólo virus
A poco menos de una semana de registrar su primer día sin muertes por Covid-19, el gigante asiático se dispuso a enviar donaciones de insumos médicos hacia nuestro país. Sin embargo Argentina no ha sido el único país beneficiario de tales medidas; la República Popular China ya ha enviado este tipo de ayudas a otros países de Latinoamérica, como Venezuela, Ecuador y Bolivia, en una clara estrategia de soft power -poder blando- que nos deja pensando respecto al probable rol del gigante asiático en la región. ¿Quién hubiese pensado que a cuatro meses de registrarse los primeros casos de Coronavirus, el país en el que tuvo su origen (¿y país que lo ocultó?) estuviera ahora en condiciones de brindar ayuda sanitaria hacia terceros Estados?
Cambia todo cambia
Los escenarios que diariamente atravesamos no sólo muestran que el cambio acontece, sino que también lo exigen. Nunca en la historia reciente estas transformaciones se sucedieron de manera simultánea en tantos espacios del mundo a la vez, con tanta velocidad y desnudando la vulnerabilidad de los sistemas políticos y económicos con la facilidad con la que la pandemia lo hizo.
El escenario doméstico que hoy nos atraviesa, en analogía con nuestro aislamiento diario en el hogar, nos invita a volver a casa para repensar los patrones de relacionamiento social, las formas de hacer política y de exigir de “la política” que las necesidades diarias sean abordadas principalmente en terrenos que deben ser abordados con la mayor de las urgencias. Afuera, en el mundo, hoy hay mucho para ver pero tal vez menos que copiar. De seguir en el camino de aplanar la curva, habremos logrado que la estrategia de priorizar la salud y la vida por sobre la economía triunfe, y con ello, habremos aprendido que la única alternativa posible de construcción de las nuevas realidades es con todos.
(*) Analista de Fundamentar