Jueves, 11 Julio 2013 12:42

Dudas, Temores y Críticas en Paraguay Ante Cumbre de Mercosur

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El presidente electo de Paraguay, Horacio Cartes El presidente electo de Paraguay, Horacio Cartes

Paraguay, suspendido de su participación en Mercosur tras el golpe de Estado parlamentario del 2012, ve hoy a sus referentes políticos debatirse entre dudas, temores y criticas al inicio de la cumbre del bloque integracionista.

La destitución del presidente constitucional del país, Fernando Lugo, en junio del pasado año, desoyendo los buenos consejos de 11 cancilleres de la región presentes en Asunción para evitar el quiebre del proceso democrático, causaron la sanción del Mercado Común del Sur y la Unión de Naciones Suramericanas.

La respuesta de los autores del golpe fue incrementar la tensión dejando sin efecto, mediante resolución congresional, su adhesión al Tratado que incluye las clausulas de defensa de la democracia firmado por Lugo y rechazando el ingreso de Venezuela a la instancia.

A partir de ese momento, la retórica política dominó todos los pronunciamientos sobre Mercosur y los demás países miembros por parte de los partidos políticos tradicionales y de los poderosos sectores económicos y mediáticos de la nación mediterránea.

Languideciendo ya la presencia en el poder del gobierno surgido de la condenada acción congresional que aisló internacionalmente al país, surgió del proceso electoral lo considerado como un planteamiento más racional de la necesidad de regreso al Mercosur.

Con sorpresa para muchos, ese criterio correcto se convirtió en una promesa del posteriormente presidente electo, Horacio Cartes, quien advertía de la importancia de las buenas relaciones con Brasil y Argentina, los históricos socios comerciales paraguayos.

Sin embargo, la pública presión de grupos políticos retardatarios, a quienes se acusa de estar atentos a maniobras foráneas destinadas a golpear las estructuras integracionistas latinoamericanas, impusieron un giro en el proceso de regreso a Mercosur.

Ese retroceso llevó los más recalcitrantes opositores a aprovecharlo para impedir también la conformación de acuerdos sobre una plataforma parlamentaria que incluía el apoyo a la vuelta al Mercosur y a la colaboración en las tareas de integración regional.

La encrucijada enfrentada ahora por Paraguay y hasta la sorpresa evidente de grupos que creyeron se podían imponer condiciones imposibles, provoca dudas y temores sobre el futuro a algunos, frustración a otros y más críticas por la errónea estrategia.

A la vez surgieron pretensiones de exacerbar a la opinión interna con planteamientos de orden nacionalista, reclamando al bloque volver sobre sus pasos, entregar su presidencia al todavía suspendido Paraguay y excluir a Venezuela como país miembro.

A las puertas de la Cumbre, los sectores de la derecha paraguaya parecen comprender la imposibilidad de satisfacer tales demandas, situación advertida claramente por los partidos y organizaciones progresistas, y especialmente por el Frente Guasú.

La encrucijada enfrentada ahora por Paraguay y hasta la sorpresa evidente de grupos que creyeron se podían imponer condiciones imposibles, provoca dudas y temores sobre el futuro a algunos, frustración a otros y más críticas por la errónea estrategia.

Paraguay, por obra y gracia de quienes eligieron el camino político equivocado, apenas puede desempeñar, en este momento, el papel de espectador ante la trascendente reunión iniciada en Montevideo.
 

RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Paula Martín

FUENTE: Prensa Latina

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