Sábado, 14 Diciembre 2013 12:30

El Congreso Mexicano Aprobó Reforma Energética y Pone Fin al Monopolio Estatal

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El Congreso mexicano aprobó una reforma energética, considerada trascendental por el gobierno de Enrique Peña Nieto, que habilita al capital privado a invertir en un mercado monopolizado por el Estado desde hace siete décadas y consagrado símbolo de soberanía.

Con la férrea oposición de los legisladores de izquierda, el proyecto del legislativo fue aprobado tras prolongados debates en el Senado y luego en la Cámara de Diputados, donde en medio de las discusiones una legisladora resultó herida en un ojo y otro se desnudó, informaron las agencias de noticias EFE y DPA.

En una sala alternativa de la Cámara de Diputados, ya que el salón de plenarios fue tomado por diputados de izquierda y tras 20 horas de debate, el proyecto, aprobado en el Senado, obtuvo 353 votos a favor y 134 en contra.

Pero antes de llegar a este resultado, diputados del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) se enfrentaron física y verbalmente a sus compañeros del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el conservador Partido Acción Nacional (PAN), que impulsaron y negociaron la iniciativa.

La reforma energética permite la participación de capitales privados para la explotación de petróleo y gas con el fin de modernizar el sector de hidrocarburos y convertirlo en el motor del crecimiento del país.

La legisladora del PRI Landy Berzunza salió lastimada de su retina izquierda tras enfrentarse físicamente con la diputada del PRD Karen Quiroga.

"Me agredió con el puño cerrado, con la mano abierta y las uñas. Tengo una lesión en la córnea, es una lesión que tardará en sanarme 15 días", dijo la diputada a medios locales.

Además, el diputado del PRD Antonio García Consejo se quitó la ropa hasta quedar en calzoncillos durante su intervención en el debate para rechazar "el despojo" que cree se hará a la nación con la reforma energética.

La reforma energética permite la participación de capitales privados para la explotación de petróleo y gas con el fin de modernizar el sector de hidrocarburos y convertirlo en el motor del crecimiento del país."Solamente me queda esto que no me van a poder despojar, eso no lo van a lograr. ¡Qué vergüenza! No me da pena, ustedes también tienen cuerpo, eso que están haciendo sí es una miseria", afirmó el diputado cuando se encontraba sin ropa.

La izquierda mexicana considera que la reforma despoja a la nación de sus recursos energéticos, por lo que impulsa un plebiscito a celebrarse con las elecciones legislativas de 2015 para que sea ratificada o revocada.

Protesta frente a la Embajada mexicana en Ecuador contra la Reforma EnergéticaEl paquete legislativo modifica los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, aunque mantiene lo establecido en el artículo 27 respecto a que los hidrocarburos en el subsuelo son propiedad de la Nación.

Los cambios constitucionales implican que la reforma debe ser ratificada por al menos 17 de los 32 poderes legislativos de los estados.

La nueva legislación permitirá contratos con particulares en la exploración y extracción del petróleo y demás hidrocarburos.

De acuerdo con el Ejecutivo, el objetivo es que la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) se reserve la explotación de los yacimientos más rentables, mientras que aquellos que están ubicados en aguas ultraprofundas y que requieren de mayor tecnología se ofrezcan a la inversión privada.

Uno de los objetivos más ambiciosos del gobierno con la reforma es incrementar la producción de petróleo de 2,5 millones de barriles diarios que se generan en la actualidad, a tres millones en 2018 y a 3,5 en 2025.

La producción petrolera en México se redujo desde 2004, cuando alcanzó su máximo de 3,4 millones de barriles por día.

Desde 1938, cuando fueron nacionalizados los hidrocarburos, el sector es considerado un símbolo nacional en México, aspecto utilizado por la izquierda para despertar el nacionalismo y buscar adeptos para rechazar la iniciativa gubernamental.

Con la reforma energética, Peña Nieto sumó un triunfo más al llamado "proceso de transformación de México", en el marco del cual también logró que el Congreso le avale reformas en materias educativas, de telecomunicaciones y competencia económica, fiscal y financiera.

 

RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Carolina Martínez

FUENTE: Telam

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