Domingo, 06 Abril 2014 23:31

El Partido Oficialista de Viktor Orban Arrasa en las Urnas

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La extrema derecha de Jobbik se mantiene como tercera fuerza en el Parlamento. El primer ministro tiene en sus manos hacer nuevas reformas constitucionales.

El conservador Viktor Orban ha vuelto a ganar las elecciones en Hungría. Con el 97% de las papeletas escrutadas, el partido de Orban rozaba el 45% de los votos, casi 20 puntos sobre el bloque opositor de izquierdas, que obtiene un 26%. El tercero en discordia, la extrema derecha de Jobbik, rondaba el 20,7%.

Al cierre de esta edición, cabía todavía la posibilidad de que pudiese lograr de nuevo, aunque fuera de rebote, la mayoría de dos tercios en el Parlamento de la que ha gozado esta legislatura, puesto que la nueva ley electoral húngara reparte los votos de los partidos que no logran los suficientes para entrar en la Asamblea Nacional entre las formaciones más votadas. El partido de Orban, Fidesz-Unión Cívica Húngara, podría beneficiarse también de la reforma del Parlamento que entra en vigor a partir de estas elecciones y que reduce el número de escaños de 386 a 199. De esta forma, el populista Orban esperaba anoche paliar el significativo retroceso respecto a las elecciones de 2010, en las que obtuvo el 52,73% de los votos.

Mientras, las caras largas predominaban en las cinco sedes de los partidos que se han presentado juntos en la alianza de izquierdas liderada por los socialistas y denominada Kormányváltók.

Los analistas avanzaron ya de madrugada, a medida que se escrutaban los votos, que ese descenso puede deberse a la menor participación registrada en estos comicios, un 60% y casi cinco puntos porcentuales menos que hace cuatro años, pero es evidente que el voto a la extrema derecha ha jugado también su papel. Jobbik, el partido ultranacionalista, antisemita, antigitanos y antieuropeo se hizo con el 20% de los votos, un espectacular aumento respecto al 12% de las pasadas elecciones que les valieron 47 escaños.

«Estoy convencido de que hoy va a ser un gran día para Hungría», anunciaba en la jornada electoral el líder de Jobbik, Gábor Vona, que acudió a votar junto a su mujer y sus dos hijos. «Los húngaros están deseando ver un renacer de esta nación, que se atienda a los que verdaderamente necesitan ayuda en este país y un alineamiento con amigos más aconsejables», sugirió, en referencia a su campaña electoral a favor de ayudas sociales a las familias y mensajes de hostilidad a la UE.

Anoche, en la sede de Jobbik, en Budapest, se celebraba el gran éxito electoral. Mientras, las caras largas predominaban en las cinco sedes de los partidos que se han presentado juntos en la alianza de izquierdas liderada por los socialistas y denominada Kormányváltók. El panorama se presenta para ellos bastante desalentador, puesto que, a pesar de un aumento de más de dos puntos respecto a las anteriores elecciones y de mantenerse como segunda fuerza parlamentaria, Orban ha conseguido mantenerlos alejados del poder y eliminar en buena parte el debate parlamentario durante la próxima legislatura. El líder socialista, Attila Mesterház, trató sin embargo de mitigar la decepción en sus filas subrayando que los húngaros han castigado a Orban por su pérdida de cinco puntos.

El Partido Ecologista LMP, rozaba al cierre de esta edición el 5% necesario para acceder al Parlamento.

El recuento de los votos se cumplió con retraso, ya que muchos colegios electorales permanecieron abiertos hasta que las largas colas de votantes pudieron llegar a las urnas, más allá de la hora de cierre.

 

FUENTE: El Mundo

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