Martes, 20 Septiembre 2016 11:42

“Los Trabajadores Pasaron a Ser una Materia Prima”

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“Argentina difícilmente pueda encontrar una salida si no se establece algún tipo de acuerdo social que tenga objetivos muy precisos en torno a un norte productivo diferente del que tenemos”, comenta Claudio Lozano “Argentina difícilmente pueda encontrar una salida si no se establece algún tipo de acuerdo social que tenga objetivos muy precisos en torno a un norte productivo diferente del que tenemos”, comenta Claudio Lozano

Debates 1330 se concentró en el tema del costo laboral en Argentina, una cuestión que se presenta como una problemática creciente desde que el 23 de agosto el INDEC informó que el desempleo ascendió a 9,3% en el segundo trimestre del año. Para ahondar en este asunto, AM 1330 dialogó con Alberto Schuster, de la consultora Abeceb, con Luis Autalán, periodista de Diario Bae y con Claudio Lozano, coordinador del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas.

Los desafíos que se generan en torno al tema del costo laboral no son exclusivos de Argentina, como expresa Miguel Gómez, sino que forman parte de las preocupaciones de la mayor parte de los países de la región. Sin embargo, los tres entrevistados acordaron en AM 1330 que el costo laboral no es un problema en sí mismo sino que detrás de él se encuentran una serie de aspectos complejos que deben ser analizados en profundidad como la productividad, los derechos de los trabajadores y la inversión.

En opinión de Alberto Schuster, “el costo laboral en ningún país es un problema salvo que el país sea muy poco productivo”. Es decir, la discusión, para el especialista, debe focalizarse en mejorar la productividad, lo cual implica concentrarse en múltiples elementos: invertir en maquinaria moderna, incrementar las capacidades del capital humano, atender a los costos de la logística, a la competencia desleal, el transporte, la intermediación, es decir, a todos los factores que representan cargas muy pesadas para el complejo de la cadena de valor. Precisamente, Schuster agregó que “si se mejora la eficiencia de la cadena de valor por supuesto que aumenta la productividad”.

En este esquema, costo laboral queda inserto, como observó Miguel Gómez en Debates 1330, “en un cúmulo de problemáticas de compleja solución”. Así lo entendió también Luis Autalán, al expresar que se trata de una “ecuación donde convergen un montón de cosas pero en realidad terminan confluyendo en la restricción de derechos y sobre todo del ingreso de los trabajadores”. Opinó además, que el verdadero desafío consiste en la capacitación del personal para cubrir funciones específicas, sobre todo técnicas. Lo que debe contemplarse son las transformaciones del universo laboral y a partir de ellas forman a las nuevas generaciones. Con preocupación, expresó que “no veo signos para el empleo joven y la pasantía en la hamburguesería son pan para hoy y hambre para mañana, la receta ya la conocimos”.

Claudio Lozano, por su parte, argumentó que “el problema es la insuficiencia en materia de inversión”, la cual está asociada, en su opinión a la cantidad de pagos anuales que se realiza por deuda pública, a la fuga de capitales de los excedentes capturados por el empresariado y a la alta remisión de utilidades del capital extranjero. La problemática de fondo tiene que ver con el carácter transnacional de la economía argentina, con la falta de discusión con las principales empresas generadoras de excedentes de divisas. “Un país saqueado en lo que hace a la capacidad económica de la que dispone”, expresa Lozano. Además considera que “Argentina difícilmente pueda encontrar una salida si no se establece algún tipo de acuerdo social que tenga objetivos muy precisos en torno a un norte productivo diferente del que tenemos”.

De las tres entrevistas realizadas en AM 1330 se pueden extraer una serie de conclusiones: en primer lugar, que la problemática del costo laboral en Argentina no puede ser abordada de manera aislada sin tener en consideración cuestiones más complejas como las limitaciones que trae aparejado el modelo de desarrollo propuesto y el patrón de inserción internacional de nuestro país altamente dependiente de las fluctuaciones de precios internacionales. En segundo lugar, que este asunto debe ser propuesto como política de Estado, es decir, que adquiera continuidad más allá de los cambios de gobierno y que involucre a la educación, la infraestructura y el sistema impositivo.  

 

RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Camila Abbondanzieri

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