Martes, 28 Julio 2015 16:32

El papa Francisco y su Gira por Suramérica

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Francisco y Rafael Correa saludando Francisco y Rafael Correa saludando

Durante el mes de julio el papa Francisco visitó Ecuador, Bolivia y Paraguay. La gira se desarrolló del 6 al 12 de julio, pasando así un promedio de dos días en cada uno de los tres países. Este fue el noveno viaje al exterior del papa y el segundo a América Latina después del celebrado a Brasil en julio del 2013 con ocasión de las Jornadas Mundiales de la Juventud.

Francisco arribó a Ecuador en medio de un ambiente convulsionado debido a reiteradas protestas, tanto a favor como en contra, de reformas económicas y sociales, que buscarían cambiar la distribución de la riqueza en el país a través de los impuestos. De manera que, para evitar disturbios el gobierno optó por retirar temporalmente los proyectos de ley correspondientes a la suba de impuestos a la herencia durante la visita del papa Francisco.

El papa celebró dos misas, una en Quito y otra en Guayaquil, y llamó a valorar diferencias y fomentar el diálogo y la participación sin exclusiones, a dejar de lado personalismos y el afán de liderazgos únicos.

En paralelo a la visita del sumo pontífice, se llevó adelante en Bolivia el segundo Encuentro Internacional de Movimientos Populares en el departamento de Santa Cruz

En Bolivia, Evo Morales recibió al Papa en el Palacio Quemado. Tras el intercambio de presentes por el cual Francisco pareció asombrado ante el particular crucifijo que le fue obsequiado, llamó a evitar conflictos con pueblos hermanos y respaldó el reclamo boliviano de una salida al mar.

En paralelo a la visita del sumo pontífice, se llevó adelante en Bolivia el segundo Encuentro Internacional de Movimientos Populares en el departamento de Santa Cruz, donde representantes de más de 20 países de los cinco continentes se hicieron presentes.

Según el asesor de la Oficina del Presidente Pontificio Consejo Justicia y Paz del Vaticano, Michael Czerny, "es un gran encuentro para conocerse, para apreciar los desafíos, identificar y caminar juntos y poder trabajar con alegría, ya que los desafíos son grandes para defender a la Madre Tierra, pero debemos enfrentarlos con mucha unidad, porque es un desafío muy grande"

Luego Francisco visitó la cárcel de Palmasola, la más violenta y sobrepoblada de América Latina y asistió a un encuentro de obispos.

En su tercer y último destino, el Papa fue recibido en el aeropuerto de Asunción por el presidente, Horacio Cartés, junto con otros funcionarios del Gobierno y representantes de la Iglesia, y un coro de niños que le dio la bienvenida entonando el himno oficial de la visita del pontífice, titulado "Gracias Santo Padre".

Durante su discurso rindió homenaje a la mujer paraguaya a quien se le reconoció ser la espina dorsal del país guaraní y responsable de su reconstrucción tras la Guerra de la Triple Alianza, por la cual se redujo a un décimo la población masculina de Paraguay.

En su mensaje hizo un contundente llamado a la construcción de la paz, la cual debe ser construida día a día, fomentando la comprensión, el diálogo y la colaboración.

Reconoció “con emoción y admiración el papel desempeñado por la mujer paraguaya en esos momentos dramáticos de la historia. Sobre sus hombros de madres, esposas y viudas, han llevado el peso más grande, han sabido sacar adelante a sus familias y a su país, infundiendo en las nuevas generaciones la esperanza en un mañana mejor”.

En su mensaje hizo un contundente llamado a la construcción de la paz, la cual debe ser construida día a día, fomentando la comprensión, el diálogo y la colaboración.

Podríamos decir que la visita del papa Francisco a Suramérica estuvo marcada por una invitación a América Latina a estar junto a los más desfavorecidos. Sus palabras hicieron alusión a la obligación que tienen los gobiernos de la región de llevar adelante reformas estructurales enfocadas a erradicar la pobreza y el hambre de los más débiles e indefensos, así como crear políticas centradas a ayudar a este sector vulnerable de la sociedad. Por otro lado, alentó a los jóvenes de la sociedad a despertarse y utilizar su fortaleza, iniciativa y espíritu para lograr cambios positivos en sus territorios.

 

(*) Estudiante avanzada de la carrera de Relaciones Internacionales (UNR)

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