La despenalización del aborto es, sin dudas, uno de los temas que genera una división profunda en la sociedad. Las posiciones parecen irreconciliables entre quienes lo defienden incansablemente al considerarlo como un derecho fundamental de la mujer hasta quienes lo repudian por interpretar que se trata de un delito contra la vida.
Gusto Volpe, por su parte, expresó que “nuestro planteo básicamente es defender la vida desde la concepción hasta la muerte”. Desde Rosario Te Quiero Pro Vida se respalda un concepto amplio de la vida que no se ciñe estrictamente al debate sobre aborto sí o aborto no, sino que incluye problemáticas relativas a las drogas, al maltrato infantil, a la mujer y a una infinidad de cuestiones. Pero, en lo que se refiere específicamente al aborto, su postura es decididamente de oposición.
Volpe reconoció que en todo caso es la mujer quien debe tomar la decisión, pero precisó que “una mujer bien informada nunca optaría por el aborto”. Una de las mayores preocupaciones, desde su perspectiva, se vincula con la desinformación, con el desconocimiento sobre aspectos que no suelen ser divulgados sobre esta materia, como el período posterior a la práctica que genera depresión y sus secuelas. Además, destacó que la información debe llegar al entorno familiar, que es el que en muchas ocasiones acompaña y, en sus palabras, hasta obliga a que la mujer tome la decisión de abortar.
Cuando se lo interrogó sobre las excepciones que prevé la ley para abortar bajo ciertas circunstancias, en particular, por motivo de violación, Volpe declaró que estadísticamente, la posibilidad de que se llegue a un embarazo en esta situación es mínima (del 0.06%). Por otra parte, consideró que los médicos no pueden ser obligados a realizar prácticas con las que no acuerdan. Afirmó que “el Estado debe estar preparado para reemplazar a un médico que se niegue a realizar un aborto no punible”.
De otra opinión es Mabel Gabarra, quién participa en la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Básicamente, su atención se concentra en la necesidad de que se reconozca por la ley este derecho que tienen las mujeres. Gabarra fue tajante al expresar que se trata de una “deuda de la democrática”.
Desde esta Campaña Nacional se pretende la formalización de un derecho de las mujeres en una ley. “Estamos experimentando la muerte de mujeres en forma anual por causas totalmente evitables, abortos clandestinos que ponen en riesgo la vida y la salud”, expresó Gabarra. La base de la que parten es precisamente esa. Su perspectiva es esencialmente jurídica y considera que las concepciones científicas, éticas, morales, no entran en juego. De hecho, opinó que “da igual al discusión de cuando comienza o no la vida, todos tenemos una idea y todas son legítimas. La moral de cada uno es legítima mientras eso no se imponga a los demás”. Desde su perspectiva, la penalización del aborto interviene luego de ocurrido el hecho y en términos prácticos no previene ni la muerte de la mujer ni la del feto.
Gabarra afirmó, por otra parte, que “el aborto clandestino es una violencia institucional”. La discusión, para ella, tiene que ver con derechos que deben formalizarse para que no sigan ocurriendo muertes evitables. “El aborto garantiza la vida porque hace vivir a la mujer”, expresó.
Una de las cuestiones centrales que destacó tiene que ver con la necesidad de que esta problemática adquiera un tratamiento parlamentario, es decir, que la discusión se acepte en este ámbito y que las diferentes posturas tengan posibilidad de ser debatidas y defendidas. Señaló que, en lo atinente al aborto, existen dos núcleos duros: el médico, que se está abriendo (de hecho, en el día de ayer en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario se llevó a cabo un intenso debate con la participación de diferentes especialistas) y el judicial, que todavía está en deuda. Con respecto al tratamiento mediático de este tema, Gabarra remarcó que generalmente se suele poner el acento en aspectos equivocados y que no se informa realmente sobre lo que implica el aborto como derecho. Más allá de estas complicaciones, advirtió de manera positiva que existe una reacción social y que “la sociedad se está levantando contra la violencia hace 30 años y a favor del aborto hace 20”.
Evidentemente, las diferencias son realmente profundas entre estas dos posturas. Pero a pesar de que parezcan posiciones irreconciliables, en realidad, están de acuerdo en una cuestión: en la falta de información. Ya sea para exponer sus argumentos a favor o en contra de la despenalización del aborto, lo que emerge es la preocupación por informar, divulgar y comunicar la multiplicidad que aspectos que compone esta problemática.