La comunidad judía rechazó hoy fuertemente la editorial titulada “1933” publicada por el diario La Nación en su edición impresa donde se advierte que “los trágicos hechos que acompañaron la caída de la República de Weimar y el comienzo del Tercer Reich deben mover a reflexión a los argentinos”, estableciendo, sin nombrar, una clara comparación entre lo que sucedió con el nazismo y lo que podría suceder en Argentina con el kirchnerismo.
En ese sentido, el presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Julio Schlosser, explicó: “Nosotros entendemos que lo que sucedió en Alemania en la época nazi no se puede comparar. Porque si no, sería banalizar a los muertos”.
“Nosotros entendemos que lo que sucedió en Alemania en la época nazi no se puede comparar. Porque si no, sería banalizar a los muertos”.
“A partir de allí, nosotros fijamos nuestra posición en el sentido en que invitamos a todos los sectores políticos y periodistas a dejar el tema de la Shoa reservado para la Shoa. Y no mezclarlo ni aun diciendo que no admite comparación. Si no admite comparación no lo comparemos”, agregó.
Asimismo, indicó: “Nosotros expresamos nuestra posición. Nosotros no tenemos una posición política. Decimos que si hay algo que no se puede comparar, no lo comparemos”.
Por su parte, el vicepresidente de la entidad, Waldo Wolff, sostuvo: “Este ha sido un ejemplo desafortunado, manifestamos nuestro repudio”.
LA COMPARACIÓN HISTÓRICA
Desde otra perspectiva, el historiador y profesor de la UBA, Sergio Wischñevsky, planteó: “Es saludable mezclar política e historia, pero la comparación tiene que tener algún tipo de sustento”.
“En esa nota se hace todo un recorrido de la historia del nazismo y cómo inicialmente Hitler llega al poder con no muchos votos y poco a poco se va haciendo de un poder totalitario y lo compara con el kirchnerismo de una forma un poco burda porque en todo momento dice 'salvando las distancias' pero esa muletilla sirve para decir 'esto es lo mismo que el nazismo'”, describió Wischñevsky.
Además, el profesor remarcó: “Comparar actitudes militantes con actitudes nazis es una manera inteligente de meter una chicana, porque en ningún momento dicen 'las juventudes hitlerianas son La Cámpora'. El tema es dejar flotando la sensación de: 'Miren lo que fue el nazismo ojo porque -al kirchnerismo ni siquiera lo nombra- acá puede pasar lo mismo. El problema es confundir de esa manera. Acá hubo una ley de medios votada por el Congreso que no se pudo aplicar y Hitler por decreto expropió todos los medios de comunicación”.
Por último, Wischñevsky sostuvo: “No tiene sentido ir al rigor histórico de hacer una comparación punto por punto entre kirchnerismo y hitlerismo. Si uno entra es como que de algún modo ganó esa postura. Uno queda obligado a demostrar que el kirchnerismo no es nazismo. Yo creo que más que hacer ese ejercicio habría que repudiar directamente que se tome un tema tan grave como el nazismo y se intente confundir. El tema es tomado con demasiada liviandad. El nazismo realmente fue peligroso, condenable y cometió crímenes de lesa humanidad. Y la sola posibilidad de compararlo con esto ya es perdonarlo. Además, la nota ni siquiera está firmada”.
Por su parte, consultado por la editorial de La Nación, el director del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, Eduardo Jozami, expresó: “Me parece escandaloso, no sé qué adjetivo utilizar. Son dos situaciones tan incomparables que solamente con mucha mala fe y mucho afán de confundir se puede hacer esa comparación”.
FUENTE: Infonews