El ministro de Producción, Francisco Cabrera, estaba tan entusiasmado ante su audiencia que, cuando anunció que el Gobierno quiere un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos, no aclaró si sería a través del Mercosur. El anuncio lo realizó al comenzar su gira por esta ciudad con unos 40 empresarios argentinos, antes de reunirse hoy con su par norteamericana, Penny Pritzker. En ese encuentro podría anunciarse que la Argentina pretende retornar al sistema general de preferencias (SGP) de Estados Unidos, que permite ingresar a este país una serie de productos sin aranceles de importación.
"Es muy importante ir hacia un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y queremos que este país sea el primer inversor extranjero en la Argentina", expresó el ministro en la imponente sede de la Cámara de Comercio norteamericana (Amcham). Y detalló: "Tenemos acuerdos de comercio con el 10% del PBI mundial, contra el 90% que tiene Chile, así que tenemos que crecer en ese sentido".
Luego, para no crear problemas diplomáticos, el ministro aclaró ante los periodistas que se buscará negociar este acuerdo a través del Mercosur, aunque aclaró que con otros países se están negociando acuerdos a nivel bilateral. Más tarde, en un encuentro privado con los empresarios argentinos que lo acompañan, insistió en la posibilidad de un acuerdo bilateral, sin mencionar al Mercosur.
En el encuentro en la sede local de la Amcham, uno de los ejecutivos del Eximbank ratificó que están preparados para prestarles a empresas norteamericanas que quieran invertir en la Argentina.
Luego de los fuertes elogios que recibió por parte de la Amcham y de los empresarios norteamericanos que asistieron al evento, Cabrera dijo: "Lo que hicimos en estos nueve meses es trabajar para normalizar el país".
En particular, dijo que el Gobierno trabaja "en un plan para desburocratizar la economía, modificar el sistema de impuestos y en un plan productivo", entre otros temas. Luego, ante los periodistas, enfatizó que para conseguir más inversiones es fundamental aumentar la productividad, pero que eso no significa reducir salarios. "La Argentina no tiene un problema de desempleo, sino de falta de empleos de calidad: hay unos cinco millones de trabajadores con empleos informales", enfatizó.
En cuanto al notable interés de empresas norteamericanas, dijo que "uno de los temas es tener un acuerdo para poder exportar productos con valor agregado, además de los tradicionales, como limón y carne". A su lado, el embajador Martín Lousteau aseguró que los limones argentinos volverán a entrar antes de fin de año y la carne lo haría en el primer trimestre de 2017; sin embargo, en esta ciudad, LA NACION no recogió la misma impresión: el gobierno norteamericano trabaja sobre el regreso de ambos productos, pero sin plazos.
El secretario de Comercio, Miguel Braun, destacó las iniciativas "para desregular la economía, recrear las instituciones de competencia, trabajar en la facilitación del comercio a través de una ventanilla única" y otras cuestiones.
Cuando los periodistas le preguntaron a Braun si la Argentina había solicitado regresar al SGP, respondió afirmativamente. Este beneficio se perdió hace años, cuando la Argentina mantenía conflictos financieros y comerciales con este país. Ahora que el vínculo mejoró, se podría pedir nuevamente, pero Estados Unidos debe determinar si, por el nivel de su PBI per capita, la Argentina es un país elegible o no. El Gobierno dice que sí -luego de la devaluación- y en Washington creen que puede ser posible.
En el auditorio estaban el presidente de YPF, Miguel Gutiérrez; la ex asesora de esta empresa durante el kirchnerismo, Doris Capurro; ejecutivos de Barrick Gold, Mirgor, Celulosa, OSDE, Fedex, Medanito, Pampa Energía, Deloitte, Aeropuertos Argentina 2000, Panamerican Energy, Coca Cola, Monsanto, Direct TV, Globant, Despegar, Pfizer y el jefe de asesores del Banco Nación, entre otros.
FUENTE: La Nación
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Camila Abbondanzieri