El titular de APYME y candidato a Diputado Nacional Eduardo Fernández conversó con AM1330 y se refirió al acuerdo entre la Unión Europea y el MERCOSUR, que fue festejado por el Gobierno Nacional. Sostuvo que “la negociación fue compleja. Ha sido realizada a espaldas de los industriales y de los productores argentinos. Tiende a un libre comercio a favor de los sectores más concentrados de la economía, tanto de nuestro país como del exterior. Además, abre las fronteras para la competencia de nuestras empresas en una total desigualdad”.
El dirigente cordobés, que encabeza la lista legislativa del Frente Todos, advirtió que “si seguimos con esta tasa de interés, el costo financiero de una empresa nacional es incomparable con el de una empresa europea. Creemos que este acuerdo ha tenido mucha publicidad y que es una colaboración de los sectores más concentrados de nuestra economía a una campaña electoral tendiente a crear una ilusión a futuro, ya que no tiene efectos inmediatos, contiene muchas cláusulas desconocidas en su letra chica, y tiene que pasar sí o sí por tratamiento parlamentario. De manera que se magnifica y se sobredimensiona el efecto, siendo que las potencias económicas a nivel mundial, hoy no son las de la Unión Europea”.
El candidato a Diputado Nacional también hizo referencia a los efectos sobre las economías regionales. Afirmó que “el acuerdo tiende a reprimarizar la economía y a retroceder prácticamente un siglo en la política de industrialización, golpeando a determinados sectores que no pueden competir con los productores europeos. Hay ramas enteras de la industria que no van a poder competir. Hoy la Ley de Compre Argentino está sancionada y no se está aplicando".
Además, recordó que “si se le abre la competencia a las empresas europeas, va a ser imposible que alguna empresa argentina pueda competir en ramas como la construcción, así como también de algunas más sofisticadas”.
Fernández también dijo que con la firma de este acuerdo “no se midieron las consecuencias sobre el trabajo y será la excusa perfecta para acelerar algunos procesos como el de la reforma laboral, en un momento de decrecimiento del empleo en nuestro país. Cuestión que no deriva del costo laboral, sino del ingreso irrestricto de mercadería extranjera: los sectores del calzado, cuero, madera, metalmecánica, electrodomésticos han sufrido una competencia desleal en medio de una guerra económica mundial, y sin barreras arancelarias ni para arancelarias, se firmaría el certificado de defunción para algunas ramas de la industria”.
En relación al tratamiento parlamentario del acuerdo, el Presidente de la Asamblea de las Pymes insistió con que “hay que analizar el acuerdo pormenorizadamente. Si no, se tiende a que cada sector opine por separado. Nosotros como tejido productivo somos una integridad. Es un error negociar separadamente porque eso hace que cada sector industrial dependa del poder de lobby en el Congreso. Cada rama de actividad tiene su grado de concentración, su nivel de empleo y su sentido estratégico. Si no se hace un análisis integral, es beneficiar a un pequeño grupo, que aparecerá en el titular de algún diario, y se perjudica a la gran parte de la industria sin un plan concreto”.
En este sentido, Fernández sostuvo que “hay que tener en cuenta qué significa para una PyME poder exportar y competir. De las 610.000 empresas que hay en el país, 99% son pymes; entre ellas, el máximo que ha llegado a exportar son unas 8.800 empresas, entre las que exportan habitualmente y las que lo hacen esporádicamente. Por lo tanto, hay que medir ese efecto. Nosotros vivimos del mercado interno y si esto ocasiona más defectos sobre el nivel salarial y ocupacional, habrá menos pymes”.
En sintonía con esto último, agregó: “no pueden opinar sólo la empresa o el sector que tienen una alta internacionalización, que opinarán favorablemente. Por eso, están los representantes del pueblo en el Parlamento”.
(*) Analista del Centro de Estudios Políticos e Internacionales y colaborador en Fundamentar.com