Domingo, 30 Agosto 2020 12:39

Hacia ambos lados del Río Bravo

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Hacia ambos lados del Río Bravo Youtube - The Imaginary Line

Nos vamos a América del Norte. Estados Unidos vuelve a sacudirse por un caso de violencia racial mientras Trump dirige la orquesta de la Convención Republicana. Andrés Manuel López Obrador se apoya en la lucha contra la corrupción para ganar terreno perdido por la pandemia. La incontinencia verbal de Bolsonaro y otro argentino que logra cosas inesperadas.


Sobre racismo y convenciones

Algunos le dicen destino. Otros dirán que fue una señal. Habrá quienes piensen que todo fue de casualidad.

El Partido Republicano se aprestaba el lunes a iniciar su Convención Nacional, el ritual previo a cada elección donde los partidos eligen formalmente a sus candidatos y se debaten las líneas de acción de la campaña. Lo hacía 4 días después de la finalización de la Convención Demócrata que había mostrado al país el cierre de filas detrás de Joseph Biden, a diferencia de 2016 donde Hillary Clinton había encontrado una potente resistencia a su candidatura.

Mientras tanto, un video grababa a un policía blanco tirándole 7 tiros por la espalda a Jacob Blake, un afroestadounidense de 29 años que estaba subiendo a su auto donde lo esperaban sus tres hijos. Sucedió en Kenosha, una ciudad de 100.000 habitantes que queda en el Estado de Wisconsin, el mismo donde el partido de Abraham Lincoln fue fundado hace 166 años. Una ciudad que vivió las protestas más grandes de su historia a raíz de otro caso de brutalidad policial contra un negro.

La semana estuvo marcada por estos dos hechos que se desarrollaban prácticamente en paralelo. Por un lado, la Convención celebrada de manera virtual giró en torno a Donald Trump, quien se hizo con el control del Partido a expensas de los republicanos más moderados. Los ejes discursivos fueron la posibilidad de fraude del voto por correo, la fortaleza económica del país (hasta la llegada del coronavirus, claro), y la agenda socialista que pondrá en marcha el Partido Demócrata si llega al poder. Acá les tiro un spoiler: no habrá agenda socialista de ningún tipo.

La Convención tuvo rasgos inéditos, como la participación del Secretario de Estado (que nunca participa de estos eventos proselitistas debido a su rol), la utilización de la Casa Blanca, y el culto a un apellido. Sino observen la lista de oradores.

El jueves, Donald cerró la Convención en los jardines de la Casa Blanca. Dejó algunas definiciones y se dispusieron a disfrutar del espectáculo de fuegos artificiales​.

Al otro día, en la mismísima capital estadounidense, el movimiento Black Lives Matter organizaba una manifestación multitudinaria. Esta fue la última de las secuelas que dejó el ataque policial a Jacob Blake. Durante la semana, la Guardia Nacional fue desplegada en Wisconsin para contener las protestas por el hecho. Protestas que tuvieron su capítulo dramático el miércoles cuando Kyle Rittenhouse, un jóven de 17 años, mostró cabalmente lo que produce la sociedad norteamericana, matando a dos personas que participaban de las protestas con su rifle de asalto, algo que nosotros sólo podemos llegar a ver en el Counter Strike.

Los jugadores de la NBA también participaron de toda esta trama. Los Bucks, el equipo de la ciudad de Milwaukee, cercana a Kenosha, se negaron a jugar en reclamo a la violencia racial y rápidamente fueron secundados por el resto de los equipos, incluido los Lakers de LeBron James, que se convierte de a poco en una voz que encabeza las reivindicaciones raciales en el plano del deporte estadounidense. A raíz de esto, Trump acusó a la NBA de haberse convertido en una “organización política”.

Algunas reflexiones fugaces. Trump y la Convención Republicana apostaron por la polarización extrema y la asociación de los demócratas con una supuesta agenda socialista que daría lugar a un orden anárquico contrario a los valores nacionales. Correr del debate a la pandemia y sus derivaciones económicas para crear una expectativa de crecimiento cuando todo pase. Esa es la estrategia del Partido Republicano que, de ganar Trump, quedará completamente bajo su control.

Del otro lado, las secuelas del coronavirus y la injusticia racial vuelven a ser tomadas por el Partido Demócrata como puntos de debate en un contexto social que da para eso. 3 meses después del asesinato de George Floyd, vuelven a verse imagenes de un policía blanco descargando su arma y su supremacía arbitraria contra un ciudadano negro.

Como siempre, me interesa más dejarles cosas para leer que escribirles ideas mías. El rol que cumple el Vicepresidente Mike Pence para el vínculo de la Administración con el conservadurismo cristiano me resultó interesante para comprender cuáles son las bases que acompañan el discurso de Trump.

Este video de campaña que subió el Presidente a su cuenta de Twitter muestra la retórica de la campaña para la reelección.

https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1299165375830073344

Por lo pronto, el 29 de septiembre será el primer debate televisado.

AMLO y la corrupción

Andrés Manuel construye la fortaleza de su gobierno en base a su lucha contra dos enemigos que, según sus propias palabras, nunca habían sido enfrentados por un Presidente mexicano: la corrupción y el neoliberalismo.

Las complicaciones de la pandemia en un país que tiene muchísimas particularidades que lo hacen único, obligaron a López Obrador a buscar iniciativa política para enfrentar la segunda mitad de su mandato y a meses de las elecciones intermedias del año que viene.

El ex director de la petrolera estatal Pemex, Emilio Lozoya, está detenido luego de haber sido extraditado de España a México. Es objeto de una investigación por presuntos delitos de corrupción, lavado de dinero y crimen organizado. Su cargo al frente de Pemex fue en el gobierno de Enrique Peña Nieto, que gobernó México de 2012 a 2018. 

Lozoya prendió el ventilador y no solo implicó a Peña Nieto en esquemas delictivos, sino también a otros dos ex presidentes: Felipe Calderón y Carlos Salinas de Gortari. A partir de allí, y vinculando los problemas económicos y el narcotráfico a estos problemas de corrupción endémicos de la “era neoliberal”, AMLO arremetió con la propuesta de realizar una consulta popular para el enjuiciamiento de ex presidentes. A los 3 ex mandatarios nombrados, se les sumarían Ernesto Zedillo y Vicente Fox.

Esta estrategia fue complementada con otro viejo proyecto ideado por el Presidente mexicano: la eliminación de los fueros presidenciales. Esta medida requiere la aprobación de una Ley en el Congreso que modifique dos artículos de la Constitución. AMLO ya intentó esta jugada en 2018 pero la Cámara de Diputados no aceptó el proyecto de Ley modificado que le había enviado el Senado. Con este segundo intento, el mandatario busca cumplir con una de sus principales promesas de campaña y en sus palabras, decirle “Nunca más” a un “narcoestado”.

El caiga quien caiga fue tomado en serio. Mientras Andrés Manuel promueve investigar a sus predecesores, sus rivales también se mueven. Salió a la luz un video en el cual el hermano del presidente, Pío López Obrador, recibe dinero de un ex funcionario nacional de Protección Civil. Según la versión oficial, es un vuelto que le intentan endilgar al Presidente por sus últimas jugadas. Pero él ha respondido que su hermano “debe dar la cara” y que la Fiscalía debe investigar a fondo. Incluso se ofreció a declarar si fuese necesario.

Que un gobierno autodenominado progresista utilice el eje de la corrupción para ganar capital político es algo nuevo en América Latina. Siempre es una estrategia utilizada por las administraciones conservadoras, que suelen tener pocos logros sociales y económicos para mostrar.

La idea de formar un gobierno popular y moralmente superior al de sus predecesores es un viejo anhelo de AMLO, que llegó hace 2 años a la Presidencia de México, un país en el cual gran parte de su población vive bajo las reglas de cárteles delictivos y gubernamentales, y no bajo el imperio de la ley.


Ping Pong

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Bonus Track

A todos nos pasó alguna vez de decir “¿por qué no habré cerrado la boca?” cuando decimos algo de más. Hay una persona que tiene incontinencia verbal y no parece hacerse mucho problema por eso: Jair Bolsonaro. Juan Elman rescató esta semana un video donde Al Gore, dirigente histórico del Partido Demócrata de EE.UU., dialoga con Bolsonaro en el foro de Davos sobre los incendios en la Amazonia. Prefiero que lo vean ustedes mismos. No lo encontré con subtítulos en español pero si entendés algo de portugués o de inglés, vas a poder entenderlo.

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Por último, Irán aceptó luego de varios años que la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) visite sus instalaciones en Teherán para controlar que no haya proyectos nucleares prohibidos en curso. Hay dos lugares que la OIEA solicitó auditar para observar el cumplimiento de los compromisos que la República Islámica tomó en términos de uso de energía nuclear. El que logró este difícil visto bueno fue el nuevo director general del organismo, Rafael Grossi.

Podemos anotar a otro argentino que hace milagros.

Nos leemos la semana que viene.

(*) Analista internacional de Fundamentar

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