El presidente Michel Temer fue recibido en Buenos Aires con escraches y protestas. Residentes brasileños, acompañados por sindicatos y organizaciones kirchneristas y de izquierda, sembraron de ratas hechas de virulana el ingreso a la residencia de Olivos, donde Temer fue recibido por Mauricio Macri, y realizaron manifestaciones en la Plaza de Mayo y la Cancillería. “Rechazamos su gobierno por ilegal y golpista. Rechazamos también sus políticas, que están recortando derechos laborales y sociales: si las hubiera propuesto en las elecciones, no hubiera llegado a la presidencia. Nosotros no votamos a un gobierno de derecha”, señaló junto a la Pirámide de Mayo Denisse Braz, integrante del Coletivo Passarinho, una de las agrupaciones convocantes a las actividades.
El repudio a la visita Temer –y por extensión, al lugar que le otorgó Macri, que lo legitimó incluso un año antes de que Dilma Rouseff fuera destituida– había sido pensado originalmente como una sola protesta frente a la Casa Rosada, donde iba a realizarse el encuentro de los mandatarios. Pero la audiencia se trasladó a Olivos.
Así, por la mañana un grupo de manifestantes se reunió con carteles de “Fora Temer” en la avenida Maipú 2122, mientras que por la tarde se realizó la concentración en la Plaza de Mayo.
“Michel Temer es un gobernante sin voto. Llegó al gobierno de manera ilegal, después de un juicio político completamente fraudulento contra Dilma Roussef, que burló abiertamente la voluntad de más de 54 millones de brasileños que hace menos de dos años eligieron a su presidente en elecciones libres”, plantearon los convocantes
También denunciaron que “el programa neoliberal, de retrocesos en materia de derechos que viene a imponer Temer cuenta con el apoyo automático del gobierno de Mauricio Macri, que alía a los golpistas para desmantelar las bases de un proyecto de desarrollo regional autónomo”.
Promovido por el Coletivo Passarinho, el Partido de los Trabajadores y el Movimiento de los sin Tierra, en la protesta frente a la Rosada estuvieron la CTA Capital, Patria Grande, la Tupac Amaru, ATE Capital, Peronismo de Base, judiciales porteños, entre otros. También delegaciones venezolanas y paraguayas.
Junto a la pirámide fue montado un gazebo con un equipo de sonido que aportó la Tupac y ayudó a que los oradores pudieran ser escuchados mientras duró la nafta. Sobre las rejas que la rodean, los manifestantes pegaron carteles. “Temer presidente golpista” , “Amor sin temer nao”, “Fuera el fascismo, fuera la derecha corporativa”, decían algunos.
Sabina Altriste –20 años– y María Eduarda Rodríguez –21– llegaron juntas. Brasileñas, viven en Buenos Aires, donde estudian en la UBA, medicina Sabina y periodismo María Eduarda. “En las elecciones no me gustaban ni Aécio (Nieves) ni Dilma, hubiera votado en blanco”, cuenta Sabina. “Pero seguí el juicio por la TV y creo que estuvo muy mal. Temer no tendría que ser presidente, ni tendrían que haberlo invitado a venir”. Su amiga apuntó que “lo que pasa en Brasil es similar a lo que vemos en toda América latina, la vuelta del neoliberalismo y las políticas conservadoras”.
Desde la otra punta de la vida, Hugo Juárez –72 años–, un jubilado telefónico, contó que había decidido tomarse el tren desde Temperley al centro después de escuchar sobre la llegada de Temer en la 750. “Todos estos atropellos que venimos viendo de la derecha... ahora lo tocó a Brasil, pero antes pasó en Paraguay y ahora van por Venezuela. Yo creo que hay que salir a la calle a quejarse. A esta altura, me autoconvoco solo”.
Otros llegaron como parte de organizaciones vecinales. Catriel, veinteañero, montado en una bicicleta, hablaba con María, de sesenta largos. Integran un centro cultural, El Corralón de Floresta. “Estamos ante un segundo plan Cóndor que ya destituyó a más de un presidente”, apuntó él. “Y como parte de lo mismo están sacando el aparato represivo a la calle, hay una avanzada contra los barrios y las villas, están criminalizando a los jóvenes”.
“Lo intentan”, matizó ella; están viendo hasta dónde pueden llegar”. Dijo también que la convocó a la plaza “la obscenidad de que el presidente argentino reciba a un hipócrita como Temer, un corrupto que está acusado del desvío de los fondos de Petrobras”.
A su vez, hubo una tercer manifestación frente la Cancillería, de los partidos que integran el Frente de Izquierda y los Trabajadores. Junto con el repudio a la visita de Temer, los dirigentes expresaron su solidaridad con la clase obrera y los sectores populares de Brasil que resisten la reforma laboral y el ataque a todas sus conquistas.
FUENTE: Página 12
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Camila Abbondanzieri